La Asociación Humanitaria Americana (Asohma), con sede en el barrio de Benalúa de Alicante y que representa a la comunidad latina, no quiere volver a ver a inmigrantes durmiendo en el interior de tubos. Esta imagen -que este diario publicó el pasado 26 de febrero- se le quedó grabada al presidente de la entidad, Carlos Parrales. "A partir de este hecho en nuestro propio barrio, y tan cerquita de la asociación, decidimos dar cobijo a las familias que se han quedado en la calle", señala, y matiza que en principio los 300 socios con los que cuenta la entidad pueden ser beneficiarios "aunque ya no solamente ellos". La mayoría de las personas que habitan en estos pisos son inmigrantes que han perdido su trabajo en tiempos de crisis, aunque también ha pasado por allí una alicantina "de edad más avanzada", indica Parrales.

Asohma tiene un piso de acogida de unos 100 metros cuadrados en la calle Capitán Demá que ha utilizado varios años para atender a indigentes. Sin embargo, ahora el perfil que más se refugia en estos hogares -que todavía se están equipando para que parezca una "verdadera casa"- es el de antiguos trabajadores que han perdido su vivienda por un embargo. "Nos está llegando mucha gente con este problema, y vemos que hay personas que duermen en la calle. Por ello hacemos lo que podemos como asociación humanitaria que somos porque no podemos consentir que gente honrada esté pasando por esta miseria", recalcó el presidente de la asociación.

Asohma cuenta con dos pisos para dar cobijo a inmigrantes que se han quedado literalmente en la calle. En el de Capitán Demá habitan ahora dos personas, pero entre las que van a comer y las que han pasado por allí desde febrero suman una treintena. La vivienda se intenta equipar con lo que necesita y, para ello, la asociación ha entrado en contacto con varios restaurantes que están aportando cubiertos, vasos, aceiteras y otros elementos. Algunos inmigrantes van al piso para comer. Otros se benefician de una estancia para no dormir a la interperie. Este piso le cuesta a la entidad, según asegura Parrales, 400 euros al mes.

Ahora, la asociación está a punto de alcanzar un acuerdo para el alquiler de un segundo piso. Desde la entidad se espera que esté disponible en una semana. La vivienda estárá dotada de cuatro habitaciones y allí podrán albergarse hasta dos familias. "Únicamente nos falta negociar el precio, pero creemos que saldrá adelante". Y es que ahora estos pisos tutelados son una prioridad para esta asociación. Gracias a ellos hay familias que pueden subsistir.

Ayuda institucional

La Asociación Humanitaria Americana recibe alimentos de otras entidades, ayuda de otras asociaciones y la colaboración de restaurantes. Sin embargo, su presidente lamenta que no haya suficientes ayudas institucionales, "aunque seguimos mirando". Por ello quieren que se haga oír su voz. Según la web de la entidad, las actividades que realizan han contado con la financiación de los 300 socios, de la concejalía de Acción Social, Diputación Provincial, Conselleria de Cultura, Participación Ciudadana, Banco de alimentos, Ayuntamiento de Alicante, colegios y entidades privadas. También con ellos colabora la asociación vecinal de Benalúa y un grupo de voluntarios.