U n informe de la Universidad de Alicante sobre la calidad del agua para riego en Cortes de Pallás, el Azud de la Marquesa (Cullera);, el trasvase Tajo-Segura, Tortosa y los acuíferos de la Sierra de Crevillent y Jumilla-Villena, sostiene que el contenido en sales (conductividad); de los caudales no afecta al rendimiento de los cultivos del Vinalopó (18 tipos); o lo hace en proporciones mínimas.

El trabajo firmado por Antonio Escarré, Adoración Carratalá, Juana Jordá y Juan Bellot -departamentos de Ciencias del Mar, Biología Aplicada, Ingeniería Química, Agroquímica y Ecología); sitúa la conductividad de las aguas analizadas entre los 900 y 1.200 microsiemens, sobre unos valores tolerables de entre 1.100 y 1.800. Los expertos han tomado como base las tablas de Ayers y Westcot (1985); y su conclusión principal es que al final y en cuanto a la calidad del agua para regadío resulta indiferente el punto de toma. El estudio no valora cuestiones técnicas y económicas de los trazados y su elaboración está incluida en el convenio específico de investigación suscrito por Aguas del Júcar y la UA en abril de 2006.

El trabajo dirigido por Antonio Escarré y que ayer hizo público la sociedad estatal, resume la investigación en cuatro conclusiones. Para los profesores y en referencia a la conductividad la del agua del Júcar en el Azud de la Marquesa es bastante similar a la del trasvase Tajo-Segura y a la del Ebro en Tortosa, aunque todas ellas pueden considerarse aptas para riego. En comparación con los acuíferos de la cuenca receptora, el contenido en sales es semejante a la media de pozos de Jumilla-Villena y bastante inferior al valor promedio del agua que se extrae de Crevillent.

Sobre el parámetro SAR (relación de absorción de sodio);, el estudio concluye que la calidad del agua del Júcar en el Azud de la Marquesa es ligeramente mejor que la del Tajo-Segura y bastante superior que la que hubiera aportado el Ebro. Por último, del conjunto de muestras de agua de riego tomadas en la zona receptora del Júcar-Vinalopó «solo el 23% presenta mejor calidad para riego, el 10% tiene una calidad similar, el 67% inferior y un 30% muy inferior, con valores que superan los 5.000 microsiemens. El estudio de la Universidad de Alicante también deja claro, no obstante, que la mejor calidad de agua en términos absolutos se encuentra en Cortes de Pallás, el punto donde se diseñó la toma del agua en el proyecto original y que el Ministerio de Medio Ambiente modificó de forma unilateral al considerar que no garantizaba poder trasvasar 80 hm 3 al año.

El contenido medio de microsiemens del agua del Azud de la Marquesa es de 1.137, doscientos diez más que la media obtenida en Cortes de Pallás (927);; ciento treinta y siete más que la del Ebro; sesenta y siete más que la del Tajo-Segura pero mucho menor que la conductividad que presenta, por ejemplo, el caudal subterráneo del acuífero de Crevillent (2174 microsiemens);. En cuanto a los pozos del acuífero Jumilla-Villena, el valor medio de microsiemens es de 1.223, sobre una horquilla que va de 815 a 2.950, según los datos del equipo del catedrático Antonio Escarré.

Respecto al SAR, la mejor calidad del agua sigue estando en Cortes de Pallás. Tras este caudal se encuentran los del Azud de la Marquesa; Tajo-Segura, Ebro, acuífero Jumilla-Villena y Crevillent.

Los expertos de la UA realizaron el trabajo de campo recurriendo a fuentes diversas. En el caso del caudal del Ebro, el análisis partió de la red de calidad de la Confederación del Ebro con datos relativos a los años 2005 y 2006. Para trabajar sobre el Azud de la Marquesa la información se obtuvo en base, según los profesores, a muestreos quincenales realizados durante 2006 «pero es interesante señalar que es muy similar al valor medio ponderado por volumen que aparecía en un informe anterior relativo entre diciembre de 2000 y junio de 2006 y que era de 1.133 microsiemens». Los datos del Tajo-Segura se consiguieron en una publicación del Ministerio de Agricultura de 2004; los de Cortes los facilitó la Confederación del Júcar y los de los pozos de Crevillent, Jumilla y Villena de la empresa Enadimsa del año 1989.