La intención del Ayuntamiento de Alicante de abrir al tráfico la Explanada a la altura de la Casa Carbonell se ha encontrado con un importante rechazo ciudadano que puede costar bastante popularidad a la alcaldesa, Sonia Castedo. La repulsa, cada vez más manifiesta, ha tomado ya un carácter totalmente explícito, con la instalación de pancartas en contra de esta medida en las vallas instaladas para las obras y, más aún, con un vistoso cartel que los propios vecinos de la Casa Carbonell han colocado junto a las cúpulas del edificio para alertar del peligro que, aseguran, corre la emblemática edificación.

En la mañana de ayer, la Plataforma Comarcal por la Movilidad (PCM) y los vecinos de la Casa Carbonell llevaron a cabo de manera coordinada sendas acciones de protesta. La entidad cívica colocó varios carteles con el lema "Toda la Explanada peatonal" en torno a las vallas instaladas por el Ayuntamiento para ejecutar las obras y realizó una pequeña concentración. Al mismo tiempo, los vecinos colgaban en el frontal del edificio un gran cartel azul donde se podía leer "SOS", y que incluso es visible desde el puerto.

El portavoz de la PCM, Rogelio González, recalcó el rechazo del colectivo hacia "una decisión improvisada a puerta cerrada, que mira 40 años al pasado en fondo y formas". Así, denunciaba que se pretenda dar más espacio al vehículo y que, además, esto "se haya impuesto por decreto, sin contar con nadie". A su juicio, Sonia Castedo "puede pasar a la historia como la alcaldesa que mutiló una de las escasas zonas peatonales de Alicante". Asimismo, consideró que "da mucha sensación de debilidad y falta de credibilidad" por parte de la primera edil.

Por su parte, la presidenta de la comunidad de propietarios de la Casa Carbonell, Teresa Gómez -biznieta de Enrique Carbonell, primer dueño del edificio-, calificó de "absurdo" que se quiera hacer pasar vehículos por delante de "la imagen turística de calidad de la ciudad". Además, incididó en que, al margen del "valor sentimental" del inmueble, "es una zona muy querida por los alicantinos y que ya está deteriorada como para estropearla más". Esta tarde, los vecinos tienen previsto reunirse con la alcaldesa para mostrarle su rechazo a la idea.