Tras treinta y tres años en prisión, Manuel Pinteño tuvo que pasar un día más encarcelado a causa de problemas burocráticos, según confirmó ayer su abogado Enrique Botella. El centro penitenciario de Albolote no contaba ayer con el auto judicial por el que se acordaba la libertad para el célebre delincuente eldense, que alcanzó notoriedad por ser uno de los cabecillas del motín de Fontcalent en el mes de noviembre del año 1990.

La Audiencia Provincial de Alicante acordó el lunes el "licenciamiento definitivo" de Pinteño al considerar el juez de Vigilancia Penitenciaria de Granada que el recluso está rehabilitado. A pesar de que el auto se envió con urgencia el lunes al juzgado de guardia de Granada, ayer no se había recibido en la prisión la orden judicial comunicando la puesta en libertad. Precisamente la prisión de Albolote había sido el centro que había propuesto a Pinteño para que se le diera el tercer grado, por su buen comportamiento y considerar que tiene un pronóstico de reinserción favorable.

La familia, que había recibido ayer ilusionada la noticia de la inmediata excarcelación de Pinteño, fue tornando en cierta decepción su reacción al constatar a medida que pasaba el día que deberían esperar aún más. El problema vino por el hecho de que el lunes fue festivo en Andalucía, por lo que el único juzgado que estaba operativo en Granada era el de guardia. Ayer tenía encomendada esas funciones otro órgano judicial diferente. Además, en la Fiscalía de Alicante todavía se estaba recogiendo el licenciamiento definitivo de otras pequeñas causas que tenía pendientes Pinteño en juzgados de Alicante.

El abogado defensor de Manuel Pinteño, Enrique Botella, expresó ayer su satisfacción por la decisión de la Audiencia Provincial. "Ha sido una batalla ardua y dura con varios frentes, judicial y en la calle, que ha tenido un final feliz", aseguró. De todas maneras, lamentó que "la misma sensibilidad que han demostrado la prisión de Albolote y el juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Granada no se haya tenido en Alicante".

Tras la excarcelación de Manuel Pinteño, Botella intentará ahora la del otro cabecilla del motín de Fontcalent, Antonio Cortés, aunque se trata de casos diferentes. Cortés sí que cuenta con condenas por asesinato y en la cárcel sigue en módulos de aislamiento, lo que hace más difícil que un juez acceda a sacarlo de prisión.

El letrado plantea que la salud de Cortés está muy deteriorada, con enfermedades en fase terminal y quiere que se le permita ir a su domicilio a morir.

"Evitó barbaridades durante el motín de Fontcalent"

Luis Segovia, el magistrado que investigó el motín de Fontcalent, ha sido una de las personas que en los últimos meses ha hecho campaña por el indulto de Pinteño. "Tanto los funcionarios, como otros reclusos nos contaron que su intervención moderó las barbaridades que podrían haber pasado y estuvo negociando con las autoridades para buscar salidas al motín", señaló. Segovia incidió en que Pinteño no tiene ninguna condena por delitos violentos.