La Fundación V Encuentro Mundial de las Familias que se encargó de organizar la visita del Papa los días 7 y 8 de julio de 2006 cerró el citado ejercicio con unas pérdidas de 2, 8 millones de euros. El Consell, cuyo respaldo económico al evento es, tres años después, todavía una incógnita, ha decidido salir al rescate de la citada fundación con una transferencia de dos millones de euros. El acuerdo se adoptó el pasado 18 de diciembre de 2009, aunque no ha sido hasta ayer cuando se ha hecho público. Forma parte de la treintena de modificaciones presupuestarias difundidas ayer en el Diario Oficial de la Comunitat que, básicamente, afectan a las cuentas de 2009. En vísperas de las vacaciones de Navidad el pleno del Consell acordó disponer de 9,6 millones de crédito existente en el capítulo de Gastos Diversos. Parte de este dinero, dos millones de euros, fueron transferidos a la citada fundación en concepto de "aportación a la dotación del patrimonio fundacional".

El movimiento de dinero resulta cuanto menos sorprendente ya que se produce cuatro años después de la constitución de la entidad, integrada por la Generalitat, la Diputación y el Ayuntamiento de Valencia, y cuando la fundación carece ya de actividad. Ambas administraciones aportaron en su día una cantidad para dotar la fundación. A partir de ese momento, la aportación directa del Consell a la visita de Benedicto XVI ha sido un misterio. La cifra global de lo que el encuentro costó a las arcas autonómicas es un misterio. De momento, la reciente inyección de dos millones de euros permitirá a la fundación tapar agujeros en unas cuentas deficitarias y que incluso fueron reclamadas por el juez Pedreira en el marco de la investigación del caso Gürtel.

Las modificaciones presupuestarias arrojan también otros datos relevantes sobre la precaria situación de las cuentas autonómicas. Unos días después de conocerse que el presupuesto de 2009 se cerró con una deuda de más de 1.800 euros (el doble de lo previsto), el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana revela parte de los motivos por los que el Consell tuvo que acudir a los bancos. En concreto, pidió deuda por 542 millones de euros para financiar obras del Plan Confianza, el programa estrella del presidente Camps para luchar contra la crisis que no acaba de arrancar por falta de presupuesto. Las modificaciones presupuestarias evidencian también que el Consell erró a la hora de planificar su gasto en farmacia. Las promesas de contención saltaron por las aires una vez más, el gasto farmacéutico se desvió en 311 millones de euros. El Consell, por contra, se encontró casi al final de cerrar su ejercicio con un dinero extra procedente de Madrid por alrededor de 600 millones.