Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) apartó ayer de su cargo como número dos del ente a Vicente Sanz -ex presidente del PP en Valencia y que desde hace casi quince años era el jefe de personal pero con mando en plaza en la gestión económica de la cadena pública- después de que tres periodistas de la cadena le hayan presentado una denuncia por acoso sexual en el trabajo, desveló el diario "El País". La salida de Sanz del organismo -que controla desde que en 1995 fuera recolocado en ese puesto por Eduardo Zaplana tras airearse una grabación en la que confesaba que estaba en política "para forrarse"-, ante la gravedad de los hechos, no es más que una destitución encubierta que RTVV, en un comunicado, vistió como un cese a petición propia para que Vicente Sanz "pueda defenderse de las acusaciones de las que ha sido objeto, sin dañar así a la institución".

La oposición, los sindicatos y la Unió de Periodistes lanzaron duras críticas contra la dirección de Canal 9 y reclamaron la destitución inmediata del antiguo responsable de los populares en Valencia. El ex dirigente del PP difícilmente volverá al puesto. Con 64 años está ya al borde de la jubilación. Mientras, sin embargo, se tendrá que defender en los tribunales de acusaciones muy graves. Tres periodistas de Canal 9 denunciaron el pasado viernes en los juzgados de Paterna -municipio en cuyo término se encuentran las instalaciones del ente autonómico- a Vicente Sanz por acoso sexual en el trabajo. En 11 folios, las tres mujeres desgranan el calvario vivido desde finales de 2007: vejaciones sexuales, obscenidades, amenazas y una situación de miedo insuperable ante el poder de su jefe de personal.

Las tres periodistas, una de ellas con responsabilidades directivas, describen numerosos encuentros, realizados a petición de Vicente Sanz, tanto en su despacho como en su apartamento de Canet d'En Berenguer, señala "El País". En los mismos, según las denunciantes, el antiguo dirigente del PP en Valencia les exigía favores sexuales. Las periodistas relatan la presión y el acoso, cómo llegaron a inventarse enfermedades para no ir a trabajar y cómo en muchas ocasiones se sintieron vigiladas. La denuncia recoge, además, que no son las únicas mujeres de Canal 9 acosadas.

El relato presentado ante el juzgado de Paterna recoge las historias personales aunque en todas aparece algún elemento común. Por ejemplo, las dos películas que Vicente Sanz les regalaba: "Enmanuelle" y "El Padrino", dos largometrajes que relatan la obsesión por el sexo y el poder. Una de las denunciantes entró en Ràdio 9 en 2000. Y en noviembre de 2007, Vicente Sanz la llamó a su despacho para firmar el contrato indefinido. La periodista cuenta que el ex dirigente del PP la llamaba sin cesar a su despacho, pidiéndole que cerrara la puerta, insinuándose con un lenguaje obsceno, aprovechando cualquier ocasión "para intentar rozarme, luego pidiéndome un beso, intentar abrazarme". Y, después, "empieza a tocarse delante de mí, incluso a sacarse el pene". Sanz le advierte de que la "puede tirar a la calle en cualquier momento". "Y claudiqué para que me dejara en paz", relata la denuncia.

Otra de las denunciantes, sindicalista y con cargo en Canal 9, describe que se convirtió en persona de confianza de Vicente Sanz a partir de marzo de 2008. Tras una comida en Paterna, le pidió a ella que le llevara. "Mientras yo conducía, empezó a tocarse, se llegó a desabrochar la bragueta". "Le rechacé", explica, "y empezaron sus continuas llamadas a reuniones en el despacho" que, recoge la denuncia, siempre acababan igual: "Mira qué cachondo estoy". "Ha destrozado mi vida". La tercera de las denunciantes conoció a Sanz en junio de 2008, cuando terminaba su contrato laboral. En la denuncia, la periodista cuenta lo que sucedía en las diferentes reuniones: "Se levanta, me toca el trasero, se frota, se toca su pene".

Nada se movía en RTVV sin permiso de "El Tomaco"

Dicen que en RTVV no se mueve ni el aire sin permiso de Vicente Sanz, quien ayer renunció temporalmente como secretario general del ente después de conocerse que tres periodistas de la cadena le han denunciado por acoso sexual. Nacido en 1946 en Almenara, donde se le conoce con el apodo de "El Tomaco", Sanz es el auténtico hombre fuerte de RTVV desde que en 1999 asumiera bajo su mando, además del área de personal que ya controlaba desde 1995, las compras del grupo. "Sanz, se jactaba de poner y quitar directivos -ha "sobrevivido" a cuatro-, de saber el uso del teléfono y a quién llamaban todos los trabajadores", explica uno de sus cerca de 2.100 subordinados, más 1.200 de los cuales han sido contratados durante los 15 años que el ha sido el jefe de personal de RTVV. Tres lustros en que los sindicatos no han dejado de denunciar irregularidades en los contratos y oposiciones. Y eso que en junio de 1994, la difusión de una comprometedora grabación en la que supuestamente declaraba su intención de enriquecerse con la política, le hizo saltar del cargo de presidente del PP en Valencia, al que había llegado en 1993, y puso en un brete la carrera de Zaplana. Su dimisión fue el punto culminante del caso de la supuesta adjudicación irregular de los mapas verde y sonoro de Benidorm y presunto cobro de comisiones cuando Zaplana era alcalde de la capital de la Marina Baixa. Pese a que se afirmó que el futuro jefe del Consell también estaba salpicado, el escándalo ha pasado a la historia con el nombre de "caso Sanz". La llegada de Zaplana al Palau de la Generalitat en 1995 sirvió para que se le agradecieran los servicios prestados con el cargo de Jefe de Recursos Humanos de RTVV. El propio Sanz reveló en octubre de 1994 que Vicente Conesa, padrino de una de sus hijas, era el autor de aquella polémica grabación. A su compañera sentimental, Esther Franco, la catapultó en el seno del PP hasta conseguir un acta de diputada en las Cortes, escaño que mantiene desde 1995. Hace más de quince días que Presidencia, extremo que sin embargo niegan en el gabinete de Camps, conocía lo que iba a ocurrir en Canal 9. Lo intentaron parar con una serie de maniobras aunque sin ningún tipo de éxito. Las periodistas tenían decidido registrar la denuncia, informa Rafel Montaner.