El ex alcalde de Polop, Juan Cano, intentó contratar desde la prisión a un detective privado, según pudo confirmar ayer este diario en fuentes cercanas al caso. Cano está en la cárcel de Villena desde finales del pasado mes de noviembre tras su detención como presunto autor intelectual del asesinato de su predecesor, Alejandro Ponsoda. El martes, que compareció a petición propia ante la juez, fue preguntado sobre estas gestiones y adujo que quería que el detective siguiera otras líneas de investigación descartadas por la Guardia Civil a fin de poder demostrar su inocencia. La declaración se produjo el pasado martes a petición del propio Juan Cano y se prolongó durante más de siete horas y media. Ayer trascendieron nuevos detalles sobre su comparecencia judicial, entre ellos el episodio del detective.

Fue la juez del caso, Maria Antonia Raedo, quien le preguntó durante la declaración judicial del pasado martes si había contratado a algún detectiv,e hecho que Cano negó tajantemente en un primer momento. Sin embargo, a continuación, aclaró que se había planteado contratar los servicios de uno de estos investigadores privados una vez que se levantó el secreto del sumario, hace un mes, y conoció cuáles eran las líneas que habían seguido los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil desde el tiroteo. De sus declaraciones el martes ante la juez se desprende que durante el tiempo que ha estado en prisión se ha estudiado a fondo el sumario. El aún edil de Polop trató de rebatir las declaraciones de los otros testigos e imputados que le vinculan con el asesinato.

Cano aseguró a la juez que no entendía cómo todas las líneas de investigación que se abrieron en su día fueron dejadas de lado para centrarse en él. En este sentido, el ex alcalde aseguró que siempre pensó que el crimen estaba relacionado con la vida personal de Ponsoda. Sin embargo, llegó a decir que no entendía como el anterior concejal de Urbanismo, Juan Andrés Llorens, en un momento dado pasa de ser sospechoso a "hacedor de justicia". Cano arremetió especialmente durante su declaración contra Llorens, de quien dijo que no sentía ningún odio ni rencor, sino lástima. También criticó a la actual alcaldesa María Dolores Zaragoza, de quien dijo que era una "persona falsa" porque había conspirado con Llorens y otros ediles para hacerse con el control del Ayuntamiento.

En este sentido, negó también haber intentado crear una gerencia de Urbanismo para seguir controlando este área tras su exclusión de las listas electorales del PP de Polop durante el año 2003. El ex primer edil declaró que fue Ponsoda quien le propuso esa gerencia, aunque sólo iba a ser durante unos meses. Cano aseguró que el edil de Urbanismo llegó a amenazar a Ponsoda con hacerle una moción de censura si la medida llegaba a salir adelante.

Juan Cano negó también el supuesto intento de extorsión a un empresario que supuso su expulsión de las listas electorales del PP. "Es falso y tengo pruebas que lo demuestran", aseguró. Según Cano, él mismo intentó explicárselo al entonces presidente provincial del PP, Julio de España, que no quiso recibirle.

Según dijo, desde aquello no tenía intención de regresar a la política, ni tampoco de ser alcalde. Su vuelta a las listas se debió, argumentó, a que en las filas del partido local había malestar por lo mal que se estaba gestionando el Ayuntamiento y se pretendía renovar la lista. No se planteó ser alcalde hasta que tras las elecciones Ponsoda le dijo que quería marcharse hacia 2011. "Lo mío es la gestión, no la representación institucional", explicó. Según dijo, sus discrepancias con Ponsoda se debían a que a éste no le preocupaba la situación económica del Ayuntamiento. "Yo era el "malo" porque me tocó tomar decisiones impopulares y recortar gastos, aunque algunas de ellas no las tomé", dijo.

El edil dice que no pisa el Mesalina desde el 2002

El ex alcalde de Polop, Juan Cano, aseguró ante la juez que no ha vuelto a pisar el club de alterne Mesalina desde el año 2002 y que jamás ha estado en su sala VIP. Los reservados de este club fue el lugar donde supuestamente se habría gestado el crimen de Alejandro Ponsoda. Cano admitió que conocía a los dueños del local porque les hizo una hipoteca durante los años en los que él trabajaba en la CAM, pero que nunca ha tenido una relación de amistad con ellos, tan sólo profesional. Sobre el hecho de que varias prostitutas y empleados de los clubs le hubieran identificado, lo achacó a que estos reconocimientos habían sido inducidos por los agentes de la Guardia Civil. También agregó que el testigo protegido que le implica en el asesinato posiblemente lo haga a cambio de beneficiarse de algo o para ocultar lo que realmente sabe del crimen.