La Asociación de Vecinos Gran Vía Sur-Puerto remitió ayer escritos al Defensor del Pueblo, Delegación del Gobierno, Consell, Ministerio de Fomento y Ayuntamiento de Alicante, en los que denuncia que la actividad de carga y descarga que se realiza en el muelle 17 del Puerto de Alicante (graneles sólidos) carece de la licencia correspondiente y, por tanto, debe paralizarse de inmediato. La asociación denunció la situación en la que se encuentran las tres mercantiles que trabajan en el muelle (Alicante Port, Cesa Alicante y Bergé Marítima), moviendo cemento y clínker, actividad que en los días de viento provoca nubes de polvo que afectan a las viviendas más cercanas a la dársena de poniente. Fuentes del Ayuntamiento señalaron, por su parte, que las empresas están operando con anterioridad al año 2003, por lo que pueden seguir desarrollando la actividad, mientras tramitan la licencia y aplican correciones.

La asociación asegura en su escrito que la Concejalía de Urbanismo les ha confirmado que lo único que tienen las citadas empresas es un certificado de compatibilidad urbanística emitido el 16 de diciembre de 2008. El documento certifica que se considera apto el emplazamiento (muelle 17) para la actividad de carga, estiba y desestiba, descarga y trasbordo de mercancías. Los vecinos exigen, sin embargo, que se detenga la actividad e instan al Ayuntamiento a que no dé permiso tras tener conocimiento de que las mercantiles llevan ya casi dos años tramitando la licencia de gestión ambiental, documento con el mismo valor que la de actividad. Alguna de las empresas lleva en el muelle 17 desde 1985. Fuentes de las mercantiles confirmaron que están tramitando la licencia y que su situación es completamente legal.

En este sentido, el gerente del Área de Urbanismo, Enrique Sanus, confirmó que las empresas realizan su actividad, porque llevan en el Puerto más de 15 años, incluso cuando no era necesaria la licencia. Sanus señaló que no les va a prohibir la actividad, porque mientras se tramita la licencia ya se están aplicando medidas correctoras como sensores de viento o pantallas. El Puerto tiene previsto instalar un semáforo que regulará la actividad y ordenará detenerla cuando las rachas de viento superen una determinada velocidad. La actividad de carga y descarga de graneles sólidos en el Puerto (una de las principales actividades en una instalación que mantiene 1.600 empleos directos) ha provocado multitud de quejas.