Pese a ser el monumento más emblemático de Alicante, la plaza de los Luceros se esconde detrás de obras y vallas instaladas en su entorno. Conseguir una bella perspectiva en la actualidad resulta complicado ya que las obras dificultan una visión completa y limplia del monumento desde las cuatro céntricas arterias que le dan acceso: General Marvá, Alfonso el Sabio, Paseo Federico Soto y Avenida de la Estación.

El grupo municipal socialista denunció ayer que desde cualquiera de los puntos cardinales "es imposible obtener una visión íntegra de la plaza". La edil Maria José Adsuar tildó la imagen que ofrece de "cutre para los turistas". "Ésta es la ciudad guapa, guapa y guapa de la alcaldesa", indicó Adsuar en referencia a la campaña de estética urbana que tiene en marcha el ayuntamiento. También advirtió de que la situación de la plaza, aun siendo "temporal" por la realización de las obras, "lleva prolongándose más de un año".

Lo cierto es que bajando a la misma desde General Marvá, tubos y vallas impiden ver más de la mitad del monumento. Lo mismo ocurre desde Paseo de Soto. Al subir por éste, la caseta de información del tranvía y las vallas laterales tapan el monumento. Andando desde Alfono el Sabio y avenida de La Estación la perspectiva mejora sólo un poco, sin olvidar que también se ve el polémico ascensor que da acceso a la estación del tranvía, que ya fue objeto de la polémica por su cuestionada estética.

Según manifestó ayer la edil del grupo socialista, "las vistas desde los cuatro puntos cardinales están muy alejadas de las de una ciudad que recibe miles de turistas al año y que tiene en su patrimonio uno de sus principales valores".