Ingeniería Urbana (Inusa) ha pedido a la Generalitat que le conceda una autorización ambiental integrada para ampliar el vertedero de Fontcalent en más de un millón de metros cuadrados. El Ayuntamiento, que tiene cedida la gestión de la planta a Inusa, ha presentado un proyecto a la Conselleria de Medio Ambiente que prevé que las instalaciones puedan recibir más de 4,6 millones de toneladas de basura al año, lo que significa que multiplica por 30,6 su capacidad actual. El Diario Oficial de la Comunidad Valenciana (DOCV) anunció ayer que hoy mismo sale a información pública la actuación y abrió un plazo de 30 días hábiles para presentar alegaciones.

El proyecto se ha bautizado como "ampliación del vertedero del centro de tratamiento de residuos sólidos de la ciudad de Alicante" y se pretende desarrollar en la parte oeste de las actuales instalaciones, en el "paraje de Sierra Mediana de la Partida de Fontcalent". Según ha tenido constancia este diario, el nuevo complejo se asentará sobre una superficie de 1.306.000 metros cuadrados, tal y como se recoge en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, y servirá para evitar que la planta se colmate en pocos años.

En principio, el vertedero se confeccionó para recibir cerca de 150.000 toneladas anuales de la ciudad de Alicante y sus partidas, pero en los últimos meses ha estado recibiendo miles de desechos de Valencia y Castellón. De hecho, según los datos oficiales a los que ha tenido acceso este diario, sólo en 2009 las instalaciones que gestiona Inusa trataron 120.000 toneladas de desperdicios ajenos a su plan zonal, más 150.000 de la ciudad y otros 50.000 de pequeñas industrias.

El Plan Zonal XVI -al que pertenece Alicante- sólo prevé que la propia ciudad vierta sus residuos en el vertedero de Fontcalent. En caso de que el Consell dé el visto bueno a la ampliación de la planta, la capacidad de tratamiento se dispararía hasta los 4,6 millones de toneladas al año. Además, la aprobación se produciría en plena batalla de la basura, puesto que la Generalitat tiene en mente que los desechos de Castellón y Valencia se trasladen provisionalmente a los vertederos de la provincia hasta que se construyan las plantas de tratamiento previstas en la Ley Integral de Residuos en ambas provincias. Xixona y Villena, ambas gestionadas por Vaersa (la primera en un 51%), son las principales candidatas a asumir esa basura foránea.