Es urgente", apremia Jordi Pujol. Cataluña y la Comunidad Valenciana deben llegar a un pacto para garantizar la conexión ferroviaria que una Alicante con Europa a través de Valencia y Barcelona. Esa es la opinión del ex presidente de la Generalitat de Cataluña que, durante su visita de ayer a la provincia para ofrecer una conferencia invitado por la CAM sobre el futuro del eje mediterráneo, dejó claro que catalanes y valencianos, pese a posibles suspicacias y recelos, están condenados a entenderse. "Es urgente -insistió- que Cataluña y el País Valenciano colaboren en la defensa de sus intereses económicos comunes".

¿Cómo? Ahí viene el debate. Jordi Pujol, que demostró durante la convocatoria un extenso conocimiento de la realidad provincial, dibujó un escenario común con potencialidades culturales, económicas y de infraestructuras conjuntas. En ese punto situó tanto un espacio de comunicación con reciprocidad de las emisiones de TV3 -que el Consell pretende clausurar en la Comunidad- y Televisió Valenciana. "No hay dificultad para que las emisiones de Canal 9 lleguen hasta Portbou", dijo Pujol para exigir, implícitamente, el mismo trato para garantizar que TV3 se pueda ver sin traba alguna en la Comunidad.

Con todo, para el ex presidente catalán, las principales sinergias aparecen en el volumen de los aeródromos de El Prat y El Altet; o en el futuro de los puertos de Valencia y Barcelona. A juicio del ex presidente de la Generalitat de Cataluña, las principales ciudades de ambas comunidades -"con vocación exportadora", puntualizó- deben de convertirse en la puerta de entrada en Europa de las mercancías procedentes de Asia sorteando la competencia de otros enclaves del Mediterráneo como Marsella. Y, en opinión de Jordi Pujol, cuál es la única vía para conseguir ese objetivo: la conexión de alta velocidad con Europa no sólo para el transporte de viajeros sino también, especialmente, para las mercancías. "Un tren de alta velocidad que conecte al País Valenciano y a Cataluña con Zurich, Milán o París y, sobre todo, que no acabe parando en cada esquina", apuntó antes de advertir que "sin el AVE por el Corredor Mediterráneo estamos arrinconados".

Aprovechar la oportunidad

"No tiene sentido -reflexionó- no aprovechar la oportunidad que presenta la fachada mediterránea". En este sentido, Jordi Pujol consideró que la Cataluña y la Comunidad tienen "buenas cartas" pero reclamó actuar de forma inmediata porque, aseveró de forma contundente, ya se ha "perdido mucho tiempo". En todo el caso, el ex presidente catalán advirtió de un obstáculo a la hora de llegar a esa entente: Madrid. A su juicio, a España no le agrada ni un ápice una alianza estratégica entre la Comunidad y Cataluña. "Se ha mantenido una batalla a raíz de un cierto sectarismo existente en España y a una concepción rabiosamente radial" del Estado.

Acompañado de su esposa Marta Ferrusola y del editor Eliseu Climent, Pujol evitó entrar directamente en cuestiones como el futuro del Tajo-Segura o en el de las relaciones entre los presidentes catalán, José Montilla, y valenciano, Francisco Camps. "Estoy retirado de la política", dijo en varias ocasiones. El ex presidente de la Generalitat sí abogó, al hilo de la polémica suscitada en Vic por la negativa a empadronar inmigrantes, por un cambio en una legislación que no está acompasada -obliga a entrar con visado, condición que no se exige para la inscripción municipal- al tiempo que recordó que, fue durante su etapa al frente de la Generalitat, cuando se repartieron tarjetas sanitarias a todos los inmigrantes.

El ex líder de Convergència i Unió mostró su preocupación por el descrédito de la vida pública y apostó no sólo por una sociedad civil reivindicativa sino también por una clase política prestigiada. En este sentido, habló del abstencionismo en las elecciones o de los casos de corrupción como elementos que afectan a la calidad de la sociedad. Sobre la situación económica, Pujol consideró que el sector turístico de la Comunidad se mantiene "potente" pero, en todo caso, se mostró muy cauto sobre el futuro de la construcción -con gran peso en la economía de la provincia- que, a su juicio, genera unas tasas de desempleo muy difíciles de recolocar en otros sectores económicos lo que hace "difícil" resolver el problema de la ocupación.

Blanco pedirá a la UE que el proyecto sea "prioritario"

El ministro de Fomento, José Blanco, se comprometió ayer a pedir a la Unión Europea la declaración de proyecto prioritario para el Corredor Ferroviario del Mediterráneo. Blanco alcanzó este compromiso durante una reunión en el Ministerio con la asociación europea Ferrmed, que impulsa un gran eje ferroviario de mercancías que una Algeciras con Escandinavia y Europa Central a través del Arco Mediterráneo. A la reunión asistió el vicepresidente de Caja Mediterráneo (CAM) Ángel Martínez, que entregó al ministro el estudio "El desarrollo del Arco Mediterráneo Español. Trayectoria y perspectivas", editado por la CAM y presentado la pasada semana en Murcia. Blanco se ofreció a mediar para que la UE incluya el Corredor Mediterráneo y su prolongación hasta Escandinavia como proyecto prioritario de las redes transeuropeas de transporte de la Unión. Martínez expuso a Blanco la necesidad de que este eje ferroviario esté articulado con todos los puertos españoles.