Menos suerte que sus colegas turcos han tenido hasta el momento cuatro de los siete marineros abandonados desde hace ocho meses en Alicante por el armador del Ecgtacy, el carguero indio al que se le han detectado hasta 47 deficiencias de graves a muy graves y cuyo estado hace complicado que pueda volver al mar. De los siete hombres que permanecían en el barco hace apenas unos meses, tres -uno de ellos el capitán- han logrado cobrar sus salarios o llegar a acuerdos económicos tras los que han regresado a India. Entre los que se han quedado, los tres mecánicos y el cocinero, que ayer manifestaban las ganas de que la situación se resuelva cuanto antes. Ellos confían en que esto se produzca en el plazo de un mes. Aseguran que están en contacto permanente con al armador, que les envía dinero para comida, y que el día de Navidad el único cristiano del grupo -hay un musulmán y dos hindúes- compró una botella güisqui para invitar al resto. Aún siendo conscientes de las deficiencias del barco, aseguran que nada de lo que les está ocurriendo hubiera pasado de no haber venido a navegar por el Mediterráneo. "En Asia son menos estrictos y allí el barco no habría sido retenido", aseveraba ayer uno de los mecánicos.