La Comunidad de Madrid se ha sumado a la Generalitat Valenciana al cuestionar el proyecto del Gobierno para repartir ordenadores portátiles entre los alumnos, según informó ayer la Cadena Ser. El ejecutivo que preside Esperanza Aguirre ha expresado su rechazo alegando los problemas visuales que pueden causar entre los niños. Con este posicionamiento, ya son tres las comunidades autónomas gobernadas por el PP que se han opuesto a los ordenadores del Ministerio de Educación: la Comunidad Valenciana, Murcia y ahora Madrid. El llamado Plan Escuela 2.0 consiste en el reparto de un ordenador portátil, un modelo Toshiba NB 200, para todos los alumnos de quinto de Primaria. El motivo de la discordia es el tamaño de estos ordenadores, de diez pulgadas, que según estas comunidades pueden causar problemas visuales entre los estudiantes, algo que han negado prestigiosos oftalmólogos.

En la Comunidad de Madrid hay cerca de 50.000 alumnos de quinto de Primaria que deberían contar a lo largo de este curso con los nuevos ordenadores portátiles. Sin embargo, la aplicación del plan está en el aire al no haberse firmado el convenio con la Comunidad de Madrid. Este ejecutivo autonómico ha argumentado que el escaso tamaño de los ordenadores portátiles puede causar problemas visuales y ergonómicos a los alumnos. La Comunidad rechaza que sus razones no son partidistas ni políticas, sino que buscan el bienestar de los estudiantes. Desde esta autonomía se ha pedido que el plan se aplique de manera escalonada y con carácter voluntario, no obligatorio.

El primero en desmarcarse de este plan fue el conseller de Educación de la Generalitat valenciana, Alejandro Font de Mora, cuando aseguró el pasado mes de diciembre que los 125 euros que otorgaba el Gobierno central para financiar la compra de ordenadores portátiles para alumnos dentro del programa Escuela 2.0 "no suponen el 50 por ciento del coste real" y sólo permitían adquirir unos equipos de pequeño tamaño que pueden causar problemas de salud en los menores. "El ordenador que ofrece Zapatero puede provocar daños visuales a los niños, como la miopía", afirmó el representante del Ejecutivo autonómico citando un estudio de la Fundación Oftalmológica del Mediterráneo. adscrita a la Generalitat.

Las declaraciones del conseller fueron contestadas al día siguiente por oftalmólogos y docentes. "No existe ninguna evidencia científica que avale efectos secundarios significativos de los ordenadores sobre la función ocular y mucho menos referidos a la miopía. Decir eso es alarmante para la sociedad, inexacto e incorrecto", le replicó al día siguiente el prestigioso oftalmólogo Jorge Alió.

Desde el Ministerio de Educación se mantiene que todas las comunidades autónomas salvo tres apoyan este programa, y que estas tres comunidades han recibido fondos para adaptar los colegios y para hacer inversiones para el acceso a internet. El programa entrará en vigor en septiembre y consistirá en el reparto de una pizarra digital por aula, un portátil para cada alumno, acceso a internet y formación del profesorado.

Esta controversia llega además cuando entre el PP y el PSOE se habían empezado a sentar las bases para cerrar un gran pacto de Estado sobre la Educación. Los dos grandes partidos vieron viable cerrar un acuerdo en dos meses.