Además de sol y playas, la ciudad debe ofrecer más atractivos para atraer el turismo, y el Castillo de Santa Bárbara es fundamental. Las obras para restaurarlo, valoradas en tres millones, concluyen estos días y han servido para sanearlo y dejar algunos de sus elementos más destacados en perfectas condiciones. Queda el punto negro de los accesos, con unos ascensores que no reúnen las mínimas condiciones, aunque su sustitución se anuncia para este año.

En la fortaleza aún puede verse algún andamio instalado, como el de la ermita, pero será retirado en los próximos días. Así lo anuncia el concejal de Cultura, Miguel Valor, quien asegura que los trabajos están acabados y sólo resta algún pequeño retoque.

2009 podría denominarse el gran año del Castillo, por las importantes obras de restauración a las que se ha visto sometido. Así, en unas obras costeadas por el propio Ayuntamiento y con un coste de 369.000 euros, se ha rehabilitado la muralla más antigua de la fortaleza, denominada el "Albacar d´Enmig", que incluye las torres de Santa Catalina y San Jordi.

Además, y aprovechando la oportunidad de las ayudas estatales, a través del conocido como "Plan Zapatero", se ha procedido a reparar los elementos en peor estado de la fortaleza. Así, se han rehabilitado las murallas del macho, la Sala Larga, la Casa del Gobernador, la muralla de acceso al Castillo y los accesos a la sala del Hospital. Además, se han construido unos aseos en condiciones, se ha edificado una cafetería-restaurante, se ha abierto un nuevo acceso para visitar el aljibe subterráneo y se ha sustituido el antiguo quiosco por otro. Los trabajos se completan con la reconstrucción parcial de la antigua ermita o capilla, todavía cubierta de andamios. Es una edificación que tenía planta de cruz griega de la que sólo se reconstruye un arco y parte del pavimento, que son los únicos materiales originales que se han localizado.

En total, los trabajos que se han llevado a cabo con el Plan E en la fortaleza ascienden a 12, con un importe de 2,3 millones de euros. Los redactores de los proyectos han sido los arquitectos Marius Beviá, que también ha dirigido las obras, y Santiago Varela. El edil de Cultura ya anunció, cuando asumió su competencia al frente de este departamento, que centraría sus esfuerzos en dejar en las mejores condiciones el Castillo, como elementos cultural más importante de la ciudad de cara al turismo.

Pese a que las obras están prácticamente concluidas, aún hay aspectos pendientes, especialmente el referido a la explotación de la cafetería, que el edil deberá adjudicar mediante la preceptiva licitación.

Por lo que respecta al futuro, los proyectos más inmediatos de Miguel Valor en relación con el Castillo son el nuevo Museo de la Ciudad y la sustitución de los ascensores.

La creación del nuevo Museo está siendo ultimada por el arqueólogo municipal Pablo Rosser. Se tratará de un museo en el que se explicará el devenir de la ciudad y su evolución histórica, pero no de forma cronológica, sino temática. Ocupará un total de siete salas del Castillo, algunas de las cuales se han impermeabilizado para eliminar humedades. En la exposición museística se contará con piezas de distintas etapas, las más antiguas de las cuales se remontan a la dominación ibérica, con restos hallados fundamentalmente en el Tossal de les Bases, en la Albufereta. También abundarán las piezas arqueológicas de procedencia romana, islámica, del periodo medieval y posteriores, para lo cual se dispone de los hallazgos que se han producido en las excavaciones llevadas a cabo en la ciudad, fundamentalmente el Casco Antiguo y en la Albufereta. El presupuesto para la creación y la apertura del Museo de la Ciudad se eleva a 600.000 euros, según las previsiones de Miguel Valor, que serán costeadas por el propio Ayuntamiento, según añade el edil.

El punto negro de los ascensores se solventa en 2010

Los ascensores de acceso a la fortaleza han sido el punto negro en los últimos años, con averías que los han dejado durante meses sin funcionar, con el consiguiente engorro para turistas y visitantes. La permanencia de unos elevadores con una maquinaria obsoleta por su antiguedad, ya que se remontan a la implantación de los mismos, hace más de medio siglo, ha obligado en ocasiones a suspender el servicio, dejando como única alternativa el bus turístico o algún autobus especial que esporádicamente ha montado el Ayuntamiento. Miguel Valor anuncia para este año la renovación de los ascensores con un coste de 1,5 millones de euros y costeados por el plan Confianza del Consell. Se trata de una necesidad urgente que no puede demorarse más.