La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y el presidente de la Autoridad Portuaria, Miguel Campoy, plantaron ayer el primer árbol de lo que se anuncia como un "bosque mediterráneo" que pretende convertirse en una densa barrera verde que sirva de parapeto medioambiental y ecológico para evitar que los efectos contaminantes de algunas de las actividades en la zona industrial del puerto de la ciudad, especialmente las referidas a las relacionadas con el cemento, alcancen las áreas residenciales.