La pegadiza melodía publicitaria de turrones "El Lobo" ("El Lobo, qué gran turrón...") constituye el único archivo sonoro registrado formalmente por una empresa española ante la Euroagencia, encargada de proteger las sintonías comerciales en el mercado único de Los Veintisiete. La Oficina de Armonización del Mercado Interior de la UE (OAMI), con sede en Alicante, registró esta popular canción o "jingle" el 5 de octubre de 2005 y se encarga de garantizar que durante, al menos, nueve años ninguna otra empresa rival pueda utilizar una sintonía parecida en su publicidad.

El director de Relaciones Exteriores de la OAMI, Andrea di Carlo, explica que hay un total de 119 archivos sonoros registrados para el territorio comunitario, la mayoría de multinacionales. Sin embargo, la única española es la de esta marca del dulce navideño. Con ello, la empresa se asegura que ninguna otra pueda tratar de atraer al consumidor con una música que induzca a "confusión". "El Lobo" es, junto a "Turrones 1880" y los chocolates "Clair de Lune", una de las marcas comerciales de la empresa Almendra y Miel SA, de Xixona.

Desde el año 1725, la familia Sirvent, propietaria de la firma, ha transmitido de padres a hijos el arte de elaborar el turrón, y al mismo tiempo se ha "preocupado y ocupado" de comunicar y publicitar sus marcas y productos. La responsable de Comunicación, Sagrario Sirvent, comenta que el mediático "jingle" data de inicios de la década de 1970, cuando la empresa tenía fábricas en Argentina y Cuba. El entonces responsable de la empresa, Juan Antonio Sirvent Selfa, en una comida con el compositor argentino Rodolfo Sciamarella le pidió una canción para "El Lobo". Según relató el empresario a su vuelta, Sciamarella cogió sin pensárselo la guitarra y, sobre la marcha, "inventó" la sencilla y exitosa melodía.

"El Lobo, qué buen turrón/El Lobo, qué gran turrón/El Lobo es un manjar/Es el turrón que endulzará su paladar/El Lobo. Qué gran turrón" tarareó sin saber que esas estrofas se convertirían en un valioso "capital" para la venta de turrones. Para Sagrario Sirvent, el "jingle" ideado por el compositor argentino para su abuelo tiene un valor "incalculable" por el valor añadido que aporta a la marca.

Por ello, no han dudado en hacer todo lo posible para "protegerlo a nivel internacional" ante la OAMI, al igual que han hecho con las propias siglas de "El Lobo" y el anagrama con la figura "del lobito".

Aunque el dibujo del animal, la tipología de los caracteres e, incluso, el ritmo musical han ido evolucionando con el paso de los años, la letra de Sciamarella no ha variado.