Las notificaciones pendientes rebosan en las mesas y las escasas estanterías del Servicio Común de Notificaciones y Embargos del partido judicial de Alicante, encargado de tramitar todas las notificaciones y citaciones que generan los juzgados. Este departamento se encuentra desbordado desde que comenzó la crisis debido al aumento de procedimientos judiciales relacionados con las dificultades económicas, como pueden ser los embargos o los lanzamientos de bienes.

Prueba de la saturación del servicio es que cada uno de los 23 funcionarios que a diario salen a la calle deben realizar una media de 30 notificaciones en domicilios diferentes, como reconoce el secretario del departamento, Pedro Luis Sánchez. Así, cada día se comunican cerca de 700 embargos, citaciones u otras notificaciones a pie de calle.

La escasez de personal para hacer frente a la creciente carga de trabajo no es el único problema al que se enfrenta este servicio, pues los funcionarios se quejan del mal funcionamiento de sus herramientas informáticas. Los obsoletos ordenadores ralentizan su actividad diaria, pues los perjudicados sostienen que no disponen de memoria suficiente y que se bloquean constantemente.

Aseguran que estas deficiencias han sido comunicadas a la Conselleria de Justicia en diversas ocasiones, pero inciden en que los problemas continúan. Mientras tanto, los funcionarios se arman de paciencia para manejar los ordenadores y sacar adelante el trabajo pendiente.