La deuda del Consell volvió a crecer en el tercer trimestre de 2009 en otros 537 millones hasta alcanzar los 14.533 -cerca de dos billones y medio de las antiguas pesetas-, una cantidad que ya es mayor que el presupuesto para el próximo año aprobado ayer por las Cortes, de acuerdo a los datos que hizo públicos ayer el Banco de España. Para saldar los "números rojos" que arrastra la Generalitat, la administración autonómica tendría que parar durante un año o que cada ciudadano -los cinco millones a los que Camps alude para reclamar más dinero a Zapatero- se rascara el bolsillo y pusiera 2.906 euros a la caja común.

Con los datos que hizo públicos ayer el Banco de España, la Generalitat continúa estando a la cabeza del endeudamiento en el conjunto del Estado. Es la segunda en valores absolutos -sólo superada por Cataluña- y la primera en relación al PIB. Y, además, el horizonte no es el mejor. La consultora Moody's, como se recordará, rebajó el jueves sus perspectivas para la Comunidad y vaticinó un importante incremento de la deuda autonómica. A primeros de 2010, el Banco de España hará públicos los datos a 31 de diciembre que, al ritmo actual, situará la deuda autonómica por encima del listón de los dos billones y medio de las antiguas pesetas a los que, encima, hay que sumar el lastre de las empresas y entidades públicas.

La deuda que hizo pública el Banco de España -14.533 millones- supera, de hecho, el presupuesto de la Generalitat para 2010, que está cifrado en 14.392'8 millones. Es la primera vez que eso ocurre. Los cantos en pro del diálogo y la mano tendida de los nuevos responsables del PP en las Cortes hacia la oposición se evaporaron. Los 54 votos de los populares aprobaron en solitario el Presupuesto de la Generalitat para 2010, mientras los 41 diputados presentes de la oposición (PSPV, Compromís y EU) votaron en contra. Tras cuatro días de sesiones de mañana y tarde, el grupo del Gobierno admitió a la oposición una de las 2.280 enmiendas que quedaban "vivas" para el pleno. La propuesta (de Compromís) fue aceptada tras las protestas de los afectados de los centros concertados de educación especial, que habían visto recortadas sus ayudas en un 35% para 2010.

Con todo, cabe señalar que en el pasado fue todavía peor. De hecho, desde hacía tres años el PP no había asumido ni una enmienda a la oposición en el debate en el pleno de presupuestos. Pero además, los 775.000 euros que cambió de sitio la enmienda consensuada es el mayor movimiento de fondos es muchos ejercicios. A esta propuesta se añade la modificación de la ley de protección de los animales -en la ley de acompañamiento a los presupuestos-, también forzada por las protestas de los colectivos. La ausencia de la mayoría de diputados durante casi todo el debate ha sido la nota negativa. El mismo presidente Camps sólo asistió ayer unos minutos a las votaciones finales -ni siquiera se esperó a escuchar la explicación de voto de los grupos, incluido el suyo-, y el titular de Economía, Gerardo Camps, estuvo el primer día y luego ni se ha pasado.

En la explicación de voto, el portavoz del PP, Rafael Blasco, sostuvo que los presupuestos "son el arma más efectiva para salir de la crisis". La socialista Cristina Moreno advirtió que las cuentas son insuficientes y exigió al Consell que, al menos, pague a los proveedores. Mireia Mollà (Compromís) lamentó que el PP no haya demostrado en estas cuentas "coherencia".