o se trataba del vetusto "Sol de Levante", aquel tren nocturno que conectaba en los 80 la provincia y el País Vasco cediendo el paso a todos los convoyes salvo a los mercancías. Los 92 pasajeros que cogieron anteayer, a las dos de la tarde, en Madrid el moderno S-130 (Alvia) para llegar a Alicante al filo de las seis no podían esperar, temporal al margen, que acabarían el viaje a las tres de la madrugada, tras una tarde-noche de perros, y, como ayer denunciaron, "como auténticos deportados". La nevada que cubría la llanura manchega les atrapó en un punto muerto de la vía en Socuéllamos (Ciudad Real) donde una parada técnica se convirtió en un vía crucis de siete horas. A un grado bajo cero, y a oscuras y sin calefacción durante 2 horas y media (el tiempo que transcurrió entre que el tren se quedó sin energía eléctrica tras congelarse la catenaria y se produjo el traslado a otro tren), los viajeros se sintieron abandonados, no recibieron agua ni comida de la compañía ferroviaria hasta Albacete y, por no acudir, no acudieron ni los servicios de Protección Civil.

Ancianos, niños, estudiantes... que tuvieron que ser rescatados finalmente a las 23.30 horas de la noche hasta por el Ejército para seguir viaje en otro Alvia -que había partido de Madrid a las 16 horas y también se quedó en Socuéllamos pero con más suerte, porque la luz y la calefacción no faltaron-. Renfe encajó ayer el golpe, culpó a la nieve, pidió disculpas devolverá el importe de los billetes.

Todo empezó con normalidad para Juan, un joven alicantino que regresaba de Madrid a Alicante y que en medio del caos se encargó de calmar un poco los ánimos del grupo de potenciales pasajeros amotinados que buscan sin éxito al personal del tren "porque los empleados llegaron a desaparecer tras verse desbordados. Por funcionar sólo estuvo abierta la cafetería que hizo el agosto en plena nevada". Según Juan, el viaje había ido bien hasta Alcázar de San Juan. Habíamos salido de Madrid con un poco de retraso pero a las 16.15 horas nos deteníamos por la nieve. Arrancamos, pero un poco más tarde nos detuvimos en Socuéllamos de donde no salimos hasta las 00.15 horas y gracias a que el tren que partió de Madrid a las 16 horas también se detuvo pero no se estropeó. Mi cabreo y el de todos los pasajeros llegó porque la compañía nos abandonó a nuestra suerte. Incluso a muchos de los familiares que nos esperaban en Alicante les llegaron a decir que el tren ya circulaba cuando seguíamos bloqueados -extremo negado por Renfe-. No nos dieron ni agua y en el tren viajaban niños pequeños", relató Juan, una vez recuperado de la odisea vivida en el tren.

Un portavoz autorizado de Renfe admitió que las cosas se podían haber hecho de otra manera pero destacó que la magnitud de la nevada sorprendió a todos. "El problema ha sido que se congeló la catenaria y por ello el tren quedó inutilizado. No podía circular ni tampoco recibir energía, por eso se quedó sin luz y calefacción. Pedimos disculpas y aunque sabemos que no es consuelo devolveremos el importe, aunque el retraso se produjo por causas ajenas a Renfe". Curiosamente, trenes que salieron después de Madrid no tuvieron tantos problemas, lo mismo que los automotores diésel que cubren el corredor Madrid-Murcia.

Precisamente y aunque ayer el temporal remitió, la compañía siguió con problemas en el corredor Alicante-Madrid debido a una avería eléctrica en Tembleque (Toledo). La circulación se vio afectada a primeras horas del a mañana cuando un tren de media distancia que circulaba entre Alcázar de San Juan y Madrid sufrió un enganchón de catenaria a la salida de la estación toledana. El incidente limitó el tráfico de trenes a una sóla vía, lo que produjo retrasos en ambos sentidos. Renfe activó por ello un plan especial suprimiendo 4 trenes entre Alicante y Madrid pero reforzando la capacidad del resto, pero no pudo evitar las demoras.

Primer temporal de nieve y problemas. ¿Le suena?