Un informe del Consell incluido en el proyecto de Estrategia Territorial (2010-2030) revela que la provincia de Alicante es la zona de la UE con mejores condiciones para la implantación y utilización del coche eléctrico que impulsa la UE, apoya el Gobierno central y que ya ha comenzado a implantarse en Dinamarca. Las razones son el gran potencial de la provincia para generar energía renovable (fotovoltaica), la población flotante turística, el hecho de ser junto a Madrid, Barcelona, Vizcaya y Guipúzcoa, la provincia con más densidad de población de España (330 habitantes por km2), y porque la mayoría de los desplazamientos laborales (55 kilómetros de media a la semana por trabajador) se producen en el interior de las comarcas. El Ministerio de Industria estudia crear una partida de 8 millones de euros para ayudar a la compra de estos vehículos y el Consell también baraja esta posibilidad como ya ha puesto en marcha Murcia para vehículos de servicios.

El coche eléctrico tiene una autonomía de 100 kilómetros y se recarga por la noche. Alicante cuenta actualmente con 35 plantas fotovoltaicas aprobadas (solares) y otras 35 en tramitación. Para el año 2030, el escenario marcado por el Consell en las previsiones de la Estrategia Territorial prevé que Alicante pueda alcanzar una producción autónoma del 30% de la energía que consume gracias a los parques solares, lo que llevaría aparejado un descenso similar de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los técnicos calculan que para un correcto desarrollo del vehículo eléctrico en la provincia se necesitarían unas 5.000 estaciones de suministro (grandes aparcamientos, zonas de ocio y centros comerciales). El hecho de que la mayor parte de los alicantinos resida a unos 15 minutos en coche de su trabajo (entre los tiempos de viaje más bajos de España), favorece "el éxito del modelo", según apuntan desde la Conselleria de Medio Ambiente.

Los técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente sostienen, además, que la implantación de una red de abastecimiento energético que permita hacer viable el funcionamiento de un gran parque de coches eléctricos constituiría una experiencia innovadora, de elevado contenido tecnológico, dinamizadora del empleo, ahorradora de gases de efecto invernadero y otorgaría a la provincia una imagen de modernidad en materia de desarrollo sostenible

¿Cuáles son los argumentos y activos diferenciales que posee Alicante respecto a otros territorios? Un tejido social y empresarial muy dinámico, emprendedor y abierto a las innovaciones y una población turística de 15 millones, entre españoles y extranjeros, que permite multiplicar el efecto demostrativo de esta actuación.

Por otro lado, Alicante dispone de un extraordinario potencial de energía eléctrica de origen renovable, capaz de satisfacer de forma sostenible el incremento de demanda que supondrá la red de abastecimiento de estos vehículos verdes. Para hacer viable una red de abastecimiento para la implantación del coche eléctrico, es necesario un territorio de elevada densidad de población que permita optimizar los puntos de carga de la red. En este contexto, Alicante figura a la cabeza de las provincias de mayor densidad de población en España. Y como quinto argumento de peso: el coche eléctrico exige, no sólo áreas urbanas densas, sino que las ciudades estén bien distribuidas por el territorio y que las pautas de movilidad diaria recurrente, como que los desplazamientos a los centros de trabajo sean de corta distancia para evitar que las baterías eléctricas se descarguen. El tiempo medio de un alicantino para llegar a su trabajo en coche es de 15 minutos.

Recelos del movimiento ecologista

Ecologistas en Acción no se ha mostrado hasta el momento muy entusiasmado con el apoyo del Ministerio de Industria al coche eléctrico. El Gobierno sostiene que podrían dejarse de emitir 81 millones de toneladas de CO2 anuales, cifra que representa el 81% de las emisiones el sector del transporte. Sin embargo, según los ecologistas, el Ministerio se olvida del coste energético que conllevaría la fabricación de estos coches. Según sus cálculos, fabricar un automóvil consume tanta energía como la que gasta ese mismo vehículo a lo largo de 60.000 kilómetros. Para Ecologistas en Acción es cierto que los vehículos eléctricos podrían generar menor contaminación acústica, de gases y de partículas en las ciudades, pero también originan otra serie de problemas. Los relacionados con el modelo urbanístico y de transporte: expansión urbana, construcción de grandes infraestructuras, ocupación de espacio o limitaciones a la movilidad de otros medios más sostenibles (bicicleta o transporte colectivo).