El PSPV volverá a disponer de una estructura comarcal. La secretaría de Organización de los socialistas valencianos ultima la elaboración de un reglamento para la puesta en marcha de unos consejos comarcales con los que Jorge Alarte quiere extremar su control sobre el partido y atar en corto una organización que, a día de hoy, todavía no controla. La elección de los coordinadores -que serán designados por una asamblea de "notables" de cada comarca- se presenta no sólo como una segunda vuelta de los congresos provinciales sino que, sobre todo, avanza la posibilidad de un nuevo choque entre Alarte y la cúpula del PSPV en Alicante, controlada por los afines a Leire Pajín.

El calendario que, en principio, tienen sobre la mesa los socialistas valencianos por llevar al comité nacional del próximo 30 de enero la aprobación del reglamento -cuya redacción definitiva se está ultimando después de varios borradores- y, a partir de ese momento, iniciar la constitución de los comités comarcales y la elección del coordinador. Como se recordará, en el último congreso federal, Ferraz ordenó liquidar las antiguas ejecutivas comarcales en la Comunidad y Galicia, las dos únicas federaciones que mantenían esa distribución, para sustituirlas por direcciones provinciales. La ponencia federal, algo que posteriormente se ratificó en el congreso de los socialistas valencianos, abría, eso sí, la puerta a la creación de unos órganos comarcales con funciones de coordinación. Durante un tiempo, Alarte dudo si retomar la organización comarcal. Ahora, esa puerta se va a abrir definitivamente. Y por varios motivos.

Jorge Alarte, especialmente en el caso de Alicante, intentará disponer de una vía para colocar peones que le permitan un mayor control sobre el partido. Pero también necesita dar aire al desconcertante arranque de las direcciones provinciales -recuperadas después de 26 años- que, de momento, no han sido capaces de erigirse en referentes y que, por ejemplo, se han mostrado impotentes a la hora de diseñar estrategias para llegar al conjunto de municipios. Alarte, fundamentalmente, tiene necesidad de colocar fichas en el tablero de Alicante, donde ha mantenido varios choques con la ejecutiva que lidera Ana Barceló.

Los órganos comarcales tendrán tareas de coordinación política, acción electoral pero también tratarán de adaptarse a la realidad de los partidos judiciales, que no corresponden con las comarcas naturales. Pero, en el fondo, se convertirán en una especie de asamblea de "notables" del PSPV en cada comarca. Formarán parte del mismo, los secretarios generales de todas las agrupaciones y los alcaldes o portavoces municipales. Es decir, un órgano del que formarán parte los cargos más importantes de cada comarca y que, más allá de disponer de pocas competencias orgánicas, sí pueden ejercer como auténticos "lobbys" de presión y foros de opinión en el PSPV. El coordinador se elegirá, por votación, de entre los componentes del consejo comarcal, de ahí la importancia de la batalla que se avecina en las filas socialistas.

Ana Barceló retocará

su ejecutiva tras la moción de Benidorm

El comité provincial del PSPV se reunirá hoy para que la secretaria Ana Barceló rinda cuentas de su gestión durante su primer año al frente de la organización. Barceló, además, aprovechará para retocar la ejecutiva y el comité provincial tras la moción de censura de Benidorm. La también alcaldesa de Sax hará una propuesta para cubrir las bajas de Agustín Navarro y Mariola Fluviá en la dirección; y de Maite Iraola, la madre de Leire Pajín, en el comité provincial. Todos ellos, como se recordará, se dieron de baja en el PSPV para hacerse con la Alcaldía y evitar así una sanción disciplinaria. La secretaria de los socialistas alicantinos también tiene previsto poner sobre la mesa posicionamientos claros en defensa de CajaMediterráneo, de la Ley de la Dependencia o de los servicios públicos. No se esperan, a pesar de los encontronazos de la cúpula de los socialistas alicantinos con la dirección del PSPV que encabeza Jorge Alarte, grandes críticas a su labor. El líder socialista ha dado orden a sus fieles de evitar el conflicto interno para no alimentar ningún tipo de fractura en la organización.