Insultos, golpes y amenazas de muerte. Cada año un millar de menores de la provincia sufre en sus carnes el infierno de las agresiones por parte de sus familiares, pero a los juzgado apenas llegan unas 60 denuncias anuales por maltrato infantil, ni siquiera una décima parte. La mayoría de los casos que salen a la luz lo hacen gracias al entorno de los niños, a los servicios sociales y, sobre todo, a la red sanitaria.

El caso de Aitana, la niña tinerfeña de tres años que falleció tras una caída de un columpio y cuyo parte médico apuntaba erróneamente a la sospecha de maltrato y abusos, sacó a relucir la intolerancia de la sociedad a estas agresiones, pero evidenció que todavía queda mucho por hacer para su detección. Y es que los esfuerzos por sacar a la luz estos ejemplos de crueldad resultan insuficientes, como demuestra el hecho de que cientos de casos sigan ocultos tras los muros del hogar.

Según los datos que maneja el Consejo General del Poder Judicial, los juzgados de Instrucción de la provincia recibieron durante el año pasado 63 denuncias por malos tratos a menores por parte de familiares y en el primer semestre de 2009 registraron una treintena, mayoritariamente a niñas. Estas cifras evidencian que cada mes llegan a los juzgados cinco casos. La cifra puede resultar alarmante, pero todavía lo es más el hecho de que en la provincia se produzcan cerca de un millar de casos, según afirma el presidente de la Audiencia Provincial, Vicente Magro. Estos datos reflejan que apenas se denuncia uno de cada diez casos, mientras que los otros nueve siguen ocultos.

Estas cifras coinciden con las estimaciones de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria (Sepeap), que afirma que sólo se detectan entre un 10% y un 20% de los casos.

La bolsa de no denuncia resulta incluso mayor que la de los casos de violencia de género, que disminuye año tras año por la mayor concienciación contra la violencia machista. El motivo es que en muchas ocasiones las agresiones son consentidas por la familia o hay motivos que echan para atrás a alguno de los cónyuges para denunciar. Es muy difícil que los menores den el paso, sobre todo si son pequeños. De ahí la necesidad de potenciar la detección de estos problemas mediante la implicación de vecinos, familiares y también de la redes sanitarias y sociales, de las que actualmente parten un gran número de denuncias.

El Observatorio de la Infancia, en su informe sobre maltrato infantil, argumenta que para notificar un caso, los profesionales sanitarios deben tener una certeza absoluta, por lo que muchos no dan parte por miedo a equivocarse o al creer que las lesiones son poco importantes.

El presidente de la Audiencia considera que los protocolos sanitarios de detección del maltrato son efectivos y recuerda que desde el tribunal provincial hay en marcha iniciativas para frenar esta lacra: "Estamos promocionando la asistencia voluntaria y gratuita a cursos de reeducación para maltratadores al que puede asistir quien crea que le puede ser útil sin necesidad de ser denunciado".

Los principales agresores son los propios padres y resulta difícil llevarles hasta el banquillo por la dificultad de probar los hechos, que normalmente ocurren sin la presencia de testigos. Pero algunos casos llegan, como el de un vecino de Alicante acusado de maltratar a sus dos hijos y a su hijastra de entre 1 y 9 años. El fiscal pide que sea condenado a tres años de prisión.

Entre los hechos concretos que se relatan en el escrito de acusación, al que ha tenido acceso este diario, figura que el procesado presuntamente insultó a su hijo de 5 años y cuando tenía 3 años le dio un fuerte golpe en el oído. También se le acusa de dar un fuerte manotazo en la boca a su otra hija, cuando tenía apenas un año. A su hijastra, de 9 años, supuestamente le dijo que la iba a matar, que había nacido para incordiar y le propinaba golpes por todo el cuerpo o la arrastraba por el suelo. El fiscal explica que los tres menores sufrieron lesiones, pero no fueron asistidos en ningún centro hospitalario. Fue la madre de los niños la que denunció los hechos.

El hombre será enjuiciado por una sala penal en los próximos días. También será juzgado otro padre de Villena acusado de insultar a su hija de 16 años al tiempo que le dijo "mereces que te mate" y le propinó un golpe en la cara mientras sostenía en brazos a su hermana de tres años. En este caso, el fiscal solicita una condena de diez meses de prisión. El juez deberá decidir si son o no culpables.

Dictan 83 órdenes de protección a menores extranjeras

La Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía, que dirige Rafael Blasco, anunció ayer que intensificará el trabajo conjunto con las asociaciones en el ámbito de la violencia de género contra menores inmigrantes tras realizar un estudio que refleja que en lo que va de año son 83 las mujeres extranjeras de menos de 18 años las que han solicitado orden de protección frente a las 44 de origen español. En términos globales, durante la primera mitad de 2009 se han aceptado 2.396 órdenes de protección en la Comunidad siendo 879 las solicitadas por extranjeras. La provincia de Alicante aglutina el 53% de las mismas.