El tiempo pasa, pero los malos hábitos de suciedad urbana permanecen. Así se desprende de la última encuesta sobre la limpieza de Alicante encargada por Inusa -concesionaria del servicio municipal-, que concluye que la mitad de los alicantinos considera que la ciudad está sucia y la inmensa mayoría (un 76,2%) lo achaca a la "falta de civismo" de los ciudadanos. La percepción negativa sobre el estado de limpieza de la ciudad y los comportamientos de sus residentes se mantiene e, incluso, empeora con relación a la misma encuesta efectuada dos años atrás. A la vista de estos datos, la Concejalía de Atención Urbana pretende reforzar en los próximos meses sus medidas contra los grafitis y pintadas, excrementos de perros en la vía pública y bolsas de basuras fuera de los contenedores, tres de las prácticas más denunciadas por los vecinos. "El estudio reconoce que se hace un esfuerzo por mejorar la limpieza", explicó el concejal Andrés Llorens, "pero también nos indica que los ciudadanos piden más rigor en las sanciones". De hecho, la "mano dura" comienza a dar resultados y desde que el Ayuntamiento impusiera la primera multa el pasado 17 de junio, la retirada de excrementos de perros en las calles ha bajado un 20%.

La "cruzada" puesta en marcha en los últimos meses por el Ayuntamiento con las primeras multas por grafitis, excrementos de perros y micciones en la calle tiene un soporte estadístico: dos años después de la última encuesta, la cifra de alicantinos que mantiene que la ciudad está "nada limpia" ha pasado del 18,9% al actual 27,4%. Por zonas, los peores resultados sobre la valoración del estado de suciedad se registran en los barrios de Altozano-Carolinas-Casco Antiguo-San Antón-Raval Roig, seguidos del enclave Ciudad Jardín-Los Ángeles-San Blas-Rabasa-Tómbola. Por el contrario, donde menos percepción de suciedad se tiene es en las pedanías, la zona de las playas y el centro-Ensanche-Mercado. En cuanto a las personas más críticas con el estado de la ciudad, son los mayores de 65 años, y en especial las mujeres, quienes tienen la peor opinión.

En la búsqueda de explicaciones a la falta de limpieza, un significativo 73,3% de los encuestados entiende que la principal razón es "porque los alicantinos cuidan poco la limpieza". A continuación, y a mucha distancia, también se citan como causas la poca eficacia de los trabajadores del servicio, la falta de sanciones por parte de la Policía Local a quienes ensucian y los malos hábitos de los visitantes.

A la hora de analizar el comportamiento de los ciudadanos y sus hábitos de limpieza, hasta un 88,2% de los entrevistados señala que la conducta que más se ajusta al residente en Alicante es que "normalmente tira cosas a la calle", una percepción que ha empeorado en los últimos años.

La entrada en vigor de la nueva ordenanza municipal de limpieza es conocida por algo más de la mitad de los ciudadanos, cifra considerablemente mayor que la de 2006, pero de poco sirve cuando hasta un 93,7% reconoce que la normativa se cumple poco o nada. Tampoco es que ayuden mucho las diferentes campañas de concienciación ciudadana, que sólo son conocidas por una minoría, aunque, eso sí, reciben una valoración positiva. Los encuestados insisten en que los aspectos que más se deben fomentar en estas campañas son: evitar que los animales depositen excrementos en la calle y dejar las bolsas de basura dentro de los contenedores.

Ante este crítico diagnóstico de la limpieza urbana, los alicantinos sugieren, sobre todo, medidas para modificar los hábitos incívicos mediante un mayor rigor en las sanciones y normas (42%) y con más campañas de concienciación (23%). Además de un aumento de la disciplina, los vecinos reclaman más eficacia de los trabajadores del servicio de limpieza y más medios materiales como papeleras, contenedores y expendedores de bolsas para excrementos.