Las escuelas de adultos de la comarca de l'Alacantí reclaman "instalaciones dignas" después de 30 años de existencia en la mayoría de los casos "en aulas ya hacinadas y tercermundistas". La situación denunciada en una asamblea conjunta celebrada en la Epa Paulo Freire de Alicante, puso en evidencia el significativo aumento de matrícula que han experimentado este tipo de centros este curso a consecuencia de la vuelta a las aulas de jóvenes que dejaron los estudios sin acabar el graduado y que ahora se ven en el paro y sin una formación adecuada.

"En el Paulo Freire de Alicante las aulas son pequeñas para una matrícula que ha superado los 700 alumnos en las mismas instalaciones de hace casi 30 años, las columnas dificultan la visibilidad en clase y las tuberías de desagüe están al aire", como precisaron en el centro tras la intervención de profesores y alumnos también del Alberto Barrios de Alicante y el centro de San Vicente cuyas aulas están disgregadas en varios edificios.

Responsables del PP declinaron asistir y se criticó "la falta de voluntad política" además de reivindicar "más inversión, nuevos centros, y aumento de plantilla".

"Sociedad y políticos decimos: basta ya"

Representantes políticos de todo el arco parlamentario, a excepción del PP, firmaron el viernes el manifiesto de la Plataforma en defensa de la enseñanza pública para renovar su apoyo a los postulados educativos del colectivo nacido el curso pasado en oposición a la obligatoriedad de impartir Educación para la Ciudadanía en inglés. El próximo martes 1 de diciembre por la tarde volverán a salir a la calle en las tres provincias "para reclamar a la conselleria una postura más democrática. Sociedad y políticos decimos 'basta ya' y esperamos no tener que volver a los tribunales para ganar la política educativa de mínimos que reclamamos", precisó Gemma Piqué.