Apunto de finalizar las obras del Auditorio Provincial, la Generalitat continúa, a día de hoy, sin ingresar en las arcas de la Diputación -principal impulsora del proyecto- ni un sólo euro del compromiso adquirido para cofinanciar al 50% las obras. Y no parece que en 2010 esa situación se vaya a remediar. Todo lo contrario. Los presupuestos autonómicos para el próximo año -actualmente en tramitación en las Cortes- apenas prevén transferir a la Diputación dos millones de euros para colaborar con la iniciativa cuando el compromiso es llegar hasta los 21,5 millones, justo la mitad del coste total de las obras que, incluidos los modificados del proyecto, ya rebasa los 43, según el último acuerdo tomado en la Diputación.

El Consell, como se recordará, se comprometió en un primer momento y mediante un acuerdo por escrito a sufragar el 50% de los trabajos hasta un total de 18 millones de euros. Sin embargo, con posterioridad, tal y como reconoció José Joaquín Ripoll en la última sesión plenaria de la Diputación, el conseller Gerardo Camps garantizó, de forma verbal, que se financiaría la mitad del coste aunque superara ese límite inicialmente previsto. Cabe recordar que la Generalitat pagó en su totalidad el proyecto del Palau de les Arts de Valencia mientras que, por contra, el compromiso con el Auditorio Provincial de Alicante sólo alcanzaba al 50% del coste previsto.

Hasta ahora, sin embargo, la administración que dirige Francisco Camps, enfrentado abiertamente con Ripoll, no ha puesto encima de la mesa ni un céntimo de euro para el proyecto más emblemático que la Diputación ejecutará durante este mandato. De momento, es la institución provincial, con sus propios fondos, la que está llevando adelante el proyecto. Para 2009, de hecho, la corporación que preside el popular Joaquín Ripoll tenía previsto recibir 5,1 millones en transferencias. Pero ni presupuestando. Tras el verano, la Diputación tuvo que reunir dinero de varias partidas sin gastar para poder continuar con los trabajos ante la falta de ayuda desde la administración autonómica.

Para 2010, el Consell prevé enviar los mencionados dos millones que, incluso, no están asegurados toda vez que aparecen como "no condicionados" en el documento presupuestario. La Diputación tiene previsto registrar el ingreso en sus cuentas para el próximo ejercicio como vía de presión para cobrar. La Generalitat arrastra la mayor deuda del Estado en relación al PIB y la segunda en términos absolutos con números rojos que rebasan, incluyendo las empresas públicas, los 15.000 millones de euros. Es decir, más de dos billones y medio de las antiguas pesetas.

Sin los fondos prometidos para el Auditorio Provincial, que Ripoll pretende poner en marcha a lo largo del próximo año, y con recortes signicativos en otras partidas. Por ejemplo, el Consell aplicará la tijera en las subvenciones que otorga para mantener la red viaria provincial -de unos 1.000 kilómetros y de titularidad de la Diputación-, que recortará en 700.000 euros; o las ayudas para infraestructuras de depuración de aguas que quedarán reducidas a 600.000 euros tras registrar una rebaja de más del 25% en relación al ejercicio que está ahora a punto de terminar. Otro caso que ejemplifica la deteriorada relación entre el Consell y la Diputación es el del Marq, considerado como el mejor museo de Europa en 2004. Para el próximo año, el Consell sólo prevé transferir 200.000 euros, la mitad de la aportación prevista. Actualmente, la Generalitat adeuda 440.000 euros a la Diputación de una colaboración pactada para garantizar el funcionamiento del museo durante el último año y medio.