El detenido en Albatera la semana pasada por la muerte a tiros del alcalde de Polop, Alejandro Ponsoda, en octubre de 2007 fue descubierto un año antes del crimen con un alijo de cocaína y con cinco armas ilegales, algunas de ellas manipuladas, que ocultaba en el coche y en su vivienda de la Cala de Finestrat. Por estos hechos anteriores al asesinato, el apresado tiene una causa pendiente que no ha podido ser enjuiciada porque se hallaba en paradero desconocido y por la que el fiscal pide que sea condenado a diez años de prisión.

El arsenal de pistolas y munición que la Guardia Civil le intervino en 2006 no fue el único, pues todo apunta a que las Fuerzas de Seguridad volvieron a incautarle armas de fuego en los registros practicados en su casa de Albatera la semana pasada. De ahí que el sospechoso, un español de 34 años, fuera enviado a prisión por la juez imputado por asesinato y también por tenencia ilícita de armas.

Ahora, su detención ha permitido reactivar la causa que tenía pendiente desde antes del crimen por narcotráfico y tenencia de armas. Los hechos, según la acusación del fiscal, se remontan a septiembre de 2006, cuando fue descubierto en las inmediaciones de una urbanización de l'Alfàs del Pi con varias dosis de cocaína en su coche y pastillas de éxtasis para vender. La Guardia Civil también le intervino una pistola semiautomática y munición que guardaba debajo del asiento de su BMW.

Pero la mayor incautación de drogas y armas ilegales se produjo al registrar la vivienda que el acusado tenía en la Cala de Finestrat. En ella se halló un alijo de cocaína de 357 gramos, con un valor aproximado de 21.000 euros, así como cannabis y 345 pastillas de éxtasis. También fueron intervenidas hasta cuatro pistolas, algunas de ellas de fogueo pero manipuladas para poder disparar, y diversa munición, todo según el fiscal.

El ministerio público le acusa de un delito contra la salud pública y de otro de tenencia ilícita de armas y munición, por los que le pide una condena de diez años de prisión y una multa de 74.721 euros.

El juicio por estos hechos ha sido suspendido en varias ocasiones, pues, aunque el procesado fue encarcelado provisionalmente, pudo salir poco después y estaba en paradero desconocido. Ahora, tras estar localizado y en prisión todo apunta a que será enjuiciado por estos hechos en breve, según fuentes judiciales consultadas.

Fuentes policiales apuntan a que al perfil de este delincuente se suman otros antecedentes de extorsión y amenazas por los que ha entrado y salido de prisión con frecuencia. De hecho, días antes de que se cometiera el crimen acababa de salir de la cárcel.

Las Fuerzas de Seguridad no han aclarado oficialmente cuál fue el grado de participación del único detenido en el asesinato, acogiéndose al secreto de sumario para no dificultar la investigación. No obstante, según los datos recabados por este diario se trata del intermediario encargado de localizar a los sicarios que tirotearon al alcalde cuando paró su coche a las puertas de su domicilio, ubicado en la pedanía de Xirles. Ponsoda, de 55 años, falleció ocho días después, el 27 de octubre, en el Hospital de Alicante.

La Guardia Civil continúa buscando a dos ciudadanos extranjeros que presuntamente fueron contratados para cometer el asesinato. Las investigaciones siguen abiertas también para esclarecer quién está detrás del supuesto encargo del crimen, bajo el que subyace un posible móvil urbanístico por la oposición de Ponsoda a un Plan de Actuación Integral (PAI). Las indagaciones se extienden al actual equipo de gobierno local para determinar la posible implicación de algún miembro.