La buena acogida que ha tenido en la Costa Blanca el aumento de las plazas del Imserso (turismo de la Tercera Edad) no sólo contribuirá a salvar la temporada baja, sino que ha tenido un efecto directo sobre los precios al permitir que los empresarios negocien subidas de entre un 10% y un 15% en los precios en las plazas que han quedado libres. Habitaciones que son más caras que las que se destinan al Imserso y que, dado que éstas se han llenado, son las que quedan para los mayoristas que buscan plazas, sobre todo de última hora. "Hablamos de tres o cuatro euros por persona pero ya es algo cuando por las plazas del Imserso recibimos 19 euros porque las tarifas están fijadas por ley. Los jubilados españoles que viajan gracias al turismo social han sido siempre importantes y este año aún más dada la crisis", subrayó ayer José María Caballé, presidente de la cadena Servigroup. Antonio Mayor, presidente de Hosbec, prevé, por su parte, que este invierno sea mejor en resultados que el año pasado, aunque la temporada baja no sea una época para ganar dinero.

Los empresarios, sin embargo, evitan el cierre masivo de hoteles y pueden mantener las plantillas de trabajadores aunque éstas también se recorten. Por otro lado, el turismo británico sigue sin despegar y, finalmente, el año se cerrará con un descenso del 13%.

Los alrededor de 250.000 jubilados españoles disfrutarán este año del programa de vacaciones subvencionadas por el Imserso en la Costa Blanca hasta abril de 2010, evitarán el cierre temporal de decenas de hoteles en la provincia. Establecimientos que estarían abocados a echar la persiana por las dudas que genera el mercado británico (13% de descenso este año). El turismo de la Tercera Edad evita también la destrucción de 20.000 empleos.

La planta hotelera provincial roza los 340 establecimientos de los que 50 reciben turismo del Imserso. Los hoteles ingresarán del Gobierno unos 5 millones de euros, cantidad a la que hay que añadir otros ingresos derivados del gasto directo de los clientes.

La patronal hotelera maneja un informe que señala que cada euro invertido por el Gobierno tiene una tasa de retorno de 1,52 euros. La provincia ofrece este año diez mil plazas en unos cincuenta hoteles repartidos por Benidorm, Guardamar, Finestrat, Altea, Calp, Xàbia y Santa Pola, un 20% más que el año anterior y, además, un 20% del total nacional cuyo grueso está también en Mallorca, Andalucía, Cataluña y Canarias, con porcentajes similares a los de la Costa Blanca. Este año se estrena también el programa "Juntos en Navidad", por el que unos 13.000 jubilados mayores de 65 años que viven solos pasarán las fiestas en hoteles y balnearios entre el 22 de diciembre y el 7 de enero.

El turismo del Imserso, que este año crece en unas 50.000 personas respecto a la temporada 2008/2009, supone un auténtico balón de oxígeno para el sector hotelero de la Costa Blanca que en dos años ha pasado casi de considerar este mercado una rémora a reclamar que aumente el cupo. Los hoteleros apenas reciben unos 20 euros por persona y día de estancia -los grupos de jubilados pasan 12 días en el destino- con lo que tienen que facilitar pensión completa y fiesta de bienvenida. Un precio que en los años de bonanza llegó a lastrar la cuenta de resultados al impedir que el resto de las plazas se pudieran vender más caras, pero que este invierno resulta hasta competitivo porque, según apuntaron ayer fuentes del sector, permitirá trabajar y preparar ofertas con la tranquilidad que supone el contar con una bolsa fija de clientes.

El Gobierno calcula que 1,2 millones de jubilados de toda España podrán disfrutar de un programa que no sólo permite mantener abiertos los hoteles sino que genera movimiento en el resto de los sectores turísticos, en los bares y en las tiendas. Los beneficiarios del programa de vacaciones sociales disfrutan de un "paquete" vacacional que incluye el viaje de ida y vuelta (salvo en los casos de turnos sin transporte), alojamiento en régimen de pensión completa, seguro, servicio médico en el propio hotel y servicio de animación.