El nuevo Master de Secundaria organizado por la Facultad de Educación que capacitará para impartir clases -tras el antiguo CAP-, arrancó ayer con cuatro veces menos alumnos que el año pasado. La dureza del nuevo curso que exige mayor presencialidad y también más carga horaria que, de momento, sólo se imparte por las tardes han influido en que la demanda haya disminuido este año sensiblemente. La Universidad recibió ayer a los algo más de 500 alumnos, despejó sus dudas y empezó las clases.