La juez a la que un fiscal solicitó que imputara a una maltratada por volver con su agresor al considerar que había cooperado para que su pareja incumpliera la orden de alejamiento ha optado por eludir la propuesta y no pronunciarse al respecto en su sentencia. Con su silencio rechaza abrir un nuevo proceso contra la mujer, como solicitó el ministerio público en la vista celebrada a principios de mes.

En la resolución, a la que ha tenido acceso este diario, la magistrada Petra Pereda condena al procesado a seis meses de prisión, como solicitaba el fiscal, por haber violado la orden de alejamiento que pesaba sobre él por haber agredido a su compañera. Como hechos probados, la juez recoge que el procesado había sido condenado por maltratar a su pareja y se le impuso una orden de alejamiento hacia ella. Sin embargo, fue detenido tiempo después por la Guardia Civil cuando se encontraba junto a la mujer, con la que había vuelto a convivir a las pocas semanas de la condena.

En el juicio por haber violado la orden de alejamiento, el hombre reconoció que al poco de haberle condenado volvió a vivir con su pareja porque ella se lo pidió. La maltratada declaró que fue ella quien le pidió que volviesen juntos.

Ante esta situación, el fiscal pidió que se le condenara a él por incumplir la orden de alejamiento y que se abriera un procedimiento contra ella al considerarla cooperadora necesaria para que él cometiera el delito. La magistrada recoge la petición en su sentencia, pero elude pronunciarse al respecto. Se limita a condenarle a él por el incumplimiento de la medida judicial y no dice nada sobre la solicitud que realizó el ministerio público.