"Estoy cabreado e indignado", aseguró ayer a los periodistas el padre de la joven Ayeisa, José Francisco Méndez, en los pasillos del juzgado al término de la vista. "¿Qué objeto tiene demorar todo esto? A los legos en la materia estas cosas se nos escapan. Yo por mi parte no me voy a cansar. Si hay que ir a Valencia, iremos a Valencia, a no ser que yo esté bajo tierra. En ese caso dejaré bien claro a mis herederos que sigan hasta el final", señaló.

Méndez ayer recibió ayer indignado por boca de la juez que la vista se suspendía para determinar en qué juzgado debía resolverse la demanda. Cuando la magistrado le preguntó si tenía algo que manifestar, sus primeras palabras fueron "no entiendo nada. A mi hija me la valoraron en Alicante y la subvención se ha tramitado a través de las oficinas de la Conselleria en Alicante".

Bienestar Social concedió un grado de dependencia menor -grado III nível 1- a la joven Ayeisa al que la familia reclamaba -grado III nível 2, el máximo-. La prestación que se le daba era acudir a un centro de día, algo que ya hace desde hace años en el centro de paralíticos cerebrales Infanta Elena, con horario de lunes a vierne de 9 a 17 horas. La joven necesita la ayuda constante de una tercera persona en los momentos que no está en el centro, motivo por el que ha?bían pedido la ayuda. "Nos han dado lo mismo que ya teníamos", explicó indignado el padre de Ayeisa. Ahora toca esperar la decisión de la juez y se temen lo peor, ya que trasladar la demanda a Valencia puede suponer prácticamente empezar desde el principio.