La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se sumó ayer al goteo de dirigentes del PP que reclaman a Francisco Camps transparencia y explicaciones en plena tormenta por las revelaciones sobre la investigación del caso Gürtel que apuntan a una supuesta financiación ilegal de la formación en la Comunidad. Mientras Aguirre, secundada por Manuel Pizarro -número dos de Mariano Rajoy por Madrid en las últimas generales-, removía, una vez más, la herida popular, quedaba constatado que la preocupación sigue extendiéndose en las filas del PP, tal y como reconoció Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación. "No pasamos por un momento dulce", dijo.

A casi nadie se le escapa que la situación de los populares en la Comunidad es, cuando menos, muy complicada. Dirigentes como Alberto Núñez Feijóo, Manuel Fraga, el alicantino Joaquín Ripoll, la propia Dolores de Cospedal y, ayer mismo, el citado Manuel Pizarro o Esperanza Aguirre han emplazado al jefe del Consell a aclarar una investigación que afecta al corazón de la dirección regional del PP y del propio Gobierno valenciano. La presidenta de Madrid exigió "transparencia" porque, advirtió, será la única forma de que "la verdad salga a la luz". "Si hay que premiar a alguien que se le premie, y si alguien ha hecho algo incorrecto que se le castigue", aseveró Esperanza Aguirre.

También se pronunció en ese sentido el diputado del PP Manuel Pizarro. "Apuesto por la transparencia y la responsabilidad de los populares valencianos con el fin de que se pueda castigar al que haya hecho algo mal", apuntó. Mientras Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del PP en el Congreso, se situaba en la línea de Mariano Rajoy, su mentor político, y dejaba la decisión sobre las medidas a tomar en manos de Francisco Camps, al que pidió "cabeza fría" para afrontar la situación, el propio Esteban González Pons mantenía su confianza en el presidente de la Generalitat pero reconocía, de la misma manera, que el PP "no pasa por un momento dulce".

El jefe del Consell, sin embargo, opta por seguir instalado en la opacidad. La primera sesión de control del nuevo periodo de sesiones, marcada para el 15 de octubre, no contará con su presencia. Camps, de esta manera, se evita otro debate con la oposición -los socialistas y Compromís- que, con toda seguridad, terminaría entre cruces de acusaciones por el caso Gürtel. La decisión se tomó con los únicos votos del PP. Por su parte, el dirigente del PSPV en Alicante, Roque Moreno, tras la reunión de su ejecutiva, denunció que "toda la cúpula del PP, incluyendo al Consell y Alcaldía de Alicante, han abandonado la gestión a raíz del caso Gürtel".