El día después a la gota fría permitió ver con más claridad los daños materiales causados por el agua en las partidas rurales de Alicante. La carretera de acceso a la zona de la Coveta de Santa Ana, en la partida Pla de la Vallonga, fue uno de los puntos donde los vecinos estaban más crispados porque se quedaron aislados al romperse la calzada porque atraviesa una rambla y es la tercera vez que les ocurre. Son unas cuarenta familias las que viven en chalés en esta zona, situada junto a la sierra de Fontcalent, y los vecinos no podían ni entrar ni salir porque el agua que bajaba por una rambla destrozó la carretera el lunes por la tarde. Técnicos municipales y el propio concejal Nino Llorens acudieron al lugar y el Ayuntamiento envió a última hora de la mañana una excavadora para retirar los escombros y solucionar el problema mientras vuelve a asfaltarse de nuevo la vía, aunque los vecinos reclaman un puente u otra solución definitiva.

En peor situación quedó un joven matrimonio y su hija de dos años, cuyo chalé de La Serreta, en Fontcalent, quedó arrasado y el agua alcanzó más de un metro y medio en el interior, por lo que el dueño, José Luis Guzmán, calcula que "no podremos volver aquí hasta dentro de un año". Este vecino considera que las obras del tren de alta velocidad influyeron en la riada que arrasó su casa porque las canalizaciones hacen un efecto de presa. José Luis no estaba en casa en el momento de la tromba, por lo que el susto se lo llevó su mujer y su hija, las cuales se refugiaron en la planta superior. Cuando llegó él dos de sus perros se estaban ahogando en las jaulas y pudo salvarlos. Entre él y los bomberos lograron abrir dos agujeros grandes en un muro para que saliera el agua al exterior. La pareja y su hija durmieron en casa de un familiar.

Varios chalés situados en las inmediaciones del polígono industrial de Garachico, junto a Villafranqueza, amanecieron ayer totalmente anegados, especialmente uno situado en la calle Músico Rafael Segura, donde los bomberos colocaron ayer bombas de achique para sacar 1.200.000 litros de agua. La dueña del chalé, Ester Bordajandi, pasó toda la noche en vela vigilando y aseguró que "creía que me ahogaba". El problema no es nuevo y su origen, según explicó, es que siguen construyendo naves en el polígono sin instalar desagües, "cerraron las acequias para asfaltar y el agua de lluvia no llega al barranco y se mete por las calles laterales". Otro vecino de Garachico lamentaba que la tromba le derrumbó el muro de su chalé.

Los bomberos de Alicante realizaron medio centenar de servicios la tarde-noche del lunes y la mayoría de las emergencias se produjeron en las partidas de Fontcalent, Moralet y La Alcoraya y en los polígonos de Las Atalayas y Pla de la Vallonga. Ayer realizaron también varios servicios por filtraciones, caída de una palmera en la Explanada y un trozo de cornisa, entre otras incidencias. Técnicos municipales inspeccionaron además el hundimiento de calzada en la calle Panamá, junto al barranco de las Ovejas.