i un paso atrás. Durante el debate de Política Generalitat con el que arrancó ayer el nuevo periodo de sesiones en las Cortes, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, no sólo rechazó la convocatoria de elecciones anticipadas, tal y como le exigieron de nuevo los socialistas, sino que, incluso, llegó a garantizar que resistirá durante los 20 meses que restan para que se eche el telón a la legislatura. Durante una de las sesiones de las Cortes Valencianas más tensas de los últimos años, en la que el PSPV lanzó un durísimo alegato contra Camps, el jefe del Consell se instaló de nuevo en la opacidad ante las revelaciones del caso Gürtel sobre una presunta financiación ilegal del PP. Además, se reivindicó frente a Mariano Rajoy, al que advirtió que su poder electoral es imprescindible para una victoria de los populares en España.

Camps llegó al hemiciclo cuando todo el grupo parlamentario del PP ya le esperaba para aplaudirle. Lo hizo acompañado de Vicente Rambla y Juan Cotino, dos de sus vicepresidentes. El otro, el titular de Economía, Gerardo Camps, excusó su asistencia por enfermedad. Ante una tribuna en la que la presencia de la sociedad civil y el empresariado brillaba por su ausencia, Francisco Camps desgranó una intervención, de casi hora y media con sólo seis minutos en valenciano ante el impacto mediático que el pleno tenía en Madrid y en el que trató de esquivar cualquier referencia al caso Gürtel. Lo hizo con el anuncio, entre otras medidas, de una rebaja fiscal, de un plan de austeridad o la congelación de los salarios de los altos cargos de la Generalitat.

Sólo en la parte final y siempre sin aludir a la supuesta trama de financiación del PP, el jefe del Consell reivindicó su gestión desde 2003 -hizo comparaciones con ese año para obviar la etapa de Eduardo Zaplana- y dejar claro que no está dispuesto a un adelanto electoral. "Tengo ilusiones renovadas y sueños intactos. Estoy dispuesto a liderar el futuro de la Comunidad. No renuncio a mis sueños", subrayó para terminar su intervención que fue interrumpida casi medio centenar de veces por los aplausos de sus diputados que fluían a la señal de Ricardo Costa, distante con Rambla y parte de su grupo parlamentario; o de Rafael Maluenda.

Sólo un durísimo discurso de Ángel Luna, síndic del PSPV, le obligó a salir a la arena, aunque sin dar explicación alguna sobre la relación del Consell y el PP con las empresas de la red Gürtel. El diputado socialista cargó contra Campsy en un pasaje de su discurso le llegó a definir como un político "acabado". "Esto puede ser la crónica de una muerte anunciada. Márchese y convoque elecciones", reclamó el portavoz socialista que, incluso, llegó a dudar de la "legitimidad" de las victorias electorales del PP, en referencia al informe policial sobre la financiación, porque "no son en igualdad de condiciones". "Hay una corrupción generalizada en su administración", subrayó el síndic socialista.

En el turno de réplica, Camps se defendió con ataques a Zapatero, insistiendo en su "compromiso a cuatro años para no abrir un adelanto electoral" como réplica a una convocatoria de las elecciones y, sobre todo, con una advertencia velada a Rajoy, que ahora pide explicaciones al jefe del Consell por el caso Gürtel. "En la Comunidad se está debatiendo el futuro de España. Si seguimos fuertes y con nuestro rumbo, cambiaremos el de España", cerró.