Las ayudas que la Conselleria de Educación ha concedido tradicionalmente -desde hace al menos 25 años en esta Comunidad- a las empresas que acogen cada año en sus instalaciones alumnos de institutos de FP en prácticas para completar su formación acaban de pasar a la historia. La decisión se adopta en el mismo curso escolar en el que la matrícula en los institutos para hacer ciclos formativos se ha disparado un 18% en la provincia de Alicante por la crisis económica y el paro, creando incluso listas de espera, y se suma a la también reciente rebaja en un 20% de las ayudas a familias con el bono infantil.

El departamento educativo confirmó ayer a este diario que las ayudas para las empresas que acogen prácticas "ya no se contemplan" pero que a cambio se están estableciendo "nuevas fórmulas de cooperación" con las firmas como la que ayer mismo presentó el conseller, Alejandro Font de Mora, con el presidente del Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana, Arturo Virosque, para favorecer contratos de trabajo a tiempo parcial para alumnos de ciclos formativos.

Sin embargo, mientras para las prácticas formativas en empresas -que abarcan a todos los alumnos- se destinaron el curso pasado 2.700.000 euros "para compensar en parte los gastos ocasionados por la presencia del alumnado en las empresas" que firman convenios con los centros de Secundaria, según la orden de 7 de julio de 2008, los nuevos contratos laborales presentados ayer y que figuran en otra orden de 7 de julio pero de 2009, tan sólo incluyen a 64 alumnos, aquellos que presenten un mejor rendimiento académico y tengan menos renta familiar, además de que el fondo que se destina de los presupuestos de la conselleria es de tan sólo 450.000 euros.

Ambas partidas, la eliminada para prácticas en empresas y la de los nuevos contratos parciales, las cofinancia la Unión Europea a través del Fondo Social Europeo, pero la última normativa sobre las prácticas de alumnos de FP en empresas únicamente contempla ayudas para "compensar los desplazamientos de los estudiantes", a modo de dieta de transporte. Incluso esta partida para los alumnos se ha visto rebajada sustancialmente en casi un millón de euros porque en 2008 se dotó el programa con 2.700.000 euros y para este curso se queda en 1.750.000 euros y, por primera vez desde la Ley 5/1983 del Consell, no incluye la subvención a las empresas.

Pero el cerrojo a la subvención por prácticas a quienes perjudica realmente es a los propios institutos porque entre un 80% y un 90% de las empresas ?que convenian prácticas formativas -en su gran mayoría Pymes- venían donando a los propios centros de Secundaria todo el dinero que recibían de Educación por tutelar a los alumnos en prácticas.

Para cada empresa la media de la ayuda que recibía rondaba los 300 euros al año, pero para cada instituto este dinero multiplicado por todas las firmas con las que contratan prácticas alcanza una media de entre 8.000 y 12.000 euros por curso, aproximadamente el 6% del presupuesto global que reciben anualmente de la Conselleria de Educación y que ahora dejarán de percibir.

"En el IES Mare Nostrum tenemos una bolsa de 900 empresas con las que concertábamos prácticas y, aunque la donación del fondo por las empresas es voluntaria, la gran mayoría nos lo cedía para invertir en material para los estudiantes de los ciclos formativos", precisaron desde la dirección. Otros centros consultados conocieron por el diario la anulación de estas ayudas y, en general, lamentaron que el extra económico que servía para dotar los ciclos se pierda con la última decisión de la conselleria.

La nueva convocatoria de ayudas para contratos parciales anunciada ayer por el conseller cierra el plazo de solicitudes el 30 de septiembre y pretende "ayudar a las empresas y fomentar la FP. Una más de las medidas impulsadas en los últimos tiempos para potenciar relaciones entre las empresas y los procesos formativos" concluyó Font de Mora.