La mitad de todos los centros y carreras de la Universidad de Alicante ya han hecho los deberes y han reconvertido sus contenidos para adaptarlos al Plan Bolonia como nuevos grados que se estrenarán el curso 2010-11. El conjunto de las 47 carreras que actualmente oferta el Campus de San Vicente quedarán reducidos finalmente a 37 grados que en algunos casos incluyen docencia de dos o tres de las titulaciones tradicionales, como sucede con algunas de la filologías o con las cinco disciplinas de Magisterio que, como grados, quedan reducidos a los de Primaria e Infantil.

"El curso que mañana comienza es el último en el que se matriculan alumnos de los títulos viejos. Ya está todo preparado y avanzado para empezar el curso siguiente con 37 grados", precisa el rector, Ignacio Jiménez Raneda.

Las facultades de Derecho y Económicas y la Escuela Superior Politécnica han sido "los más rápidos" -en palabras del propio Raneda- y sus grados, que suman 16 del total, han obtenido ya el dictamen favorable de los estamentos del Campus.

Otra docena de titulaciones se encuentra en periodo de exposición pública "para que los conozcan todos en la Universidad y puedan aportar sugerencias", y una última decena completará el paquete de nuevos grados a lo largo del curso aunque el rector cree que antes de Navidad apenas quedarán cinco grados por aprobar.

El nuevo curso universitario, marcado pues por el proceso de conversión de las carreras al Plan Bolonia, también espera la aprobación de un nuevo plan de financiación plurianual por parte de la Generalitat que evite la indefinición que vienen sufriendo los campus con las sucesivas prórrogas del último de estos planes que se agotó el año 2003. "Aunque ajustados, los pagos mensuales de la conselleria están al corriente hasta agosto -admite Raneda-. Quiero creer que no haya percances en los siguientes meses y, de cara al futuro inmediato, el nuevo plan plurianual sólo está a falta de recibir el placet de la conselleria de Economía" para que el Consell lo pueda aprobar definitivamente en el pleno de los presupuestos para el año próximo, que está previsto que se celebre en los últimos compases del mes de octubre.