El cambio en la situación económica ha provocado que la emigración supere a la llegada de personas por primera vez en la provincia en diez años. Según los últimos datos de variaciones residenciales ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), 31.167 personas dejaron las comarcas alicantinas para establecerse en otros puntos de España, mientras que el número de inmigrantes procedentes del resto del país fue de 28.463. Este saldo negativo no se registraba al menos desde 1998, y deja a la natalidad como único factor de crecimiento de la población.

La evolución de las cifras anuales de inmigrantes es una muestra de la incidencia de la crisis, ya que hasta 2007 habían aumentado de una forma continua. Esto se debía sobre todo a la llegada de extranjeros desde otras provincias, que creció un 56,54 por ciento entre 2003 y el citdo año, hasta situarse en 15.654 personas. Sin embargo, en 2008 el número se redujo de forma drástica, en un 27,8 por ciento. Por su parte, la inmigración de españoles hacia la provincia de Alicante, aun siendo mucho más estable, también tocó techo en 2007, con 19.663 personas, para caer después un 12,72 por ciento.

Mientras tanto, la marcha de extranjeros residentes en Alicante hacia otras zonas del país se ha frenado prácticamente en seco. En cambio, la emigración de alicantinos hacia otras provincias ha seguido el ritmo ascendente que llevaba a lo largo de los últimos años. Con ello, las salidas han superado finalmente a las llegadas.

El director del Seminario Permanente de Inmigración de la Universidad de Alicante (UA), Carlos Gómez Gil, explica que la actual crisis económica es "tan profunda" que "se están alterando las pautas migratorias". Así, se han venido abajo "sectores económicos y laborales que han sido fundamentales" y que hasta la fecha habían sido un foco para la atracción de inmigrantes. Por este motivo, son muchas menos personas las que llegan para establecerse. Pero, además, "la provincia tampoco es capaz de dar empleo a la población autóctona", con lo cual aumenta la emigración de los nativos.

Gómez Gil señala que, en la provincia de Alicante, el fenómeno "se anticipó a la crisis global" debido al "declive de determinadas industrias" muy implantadas. En cualquier caso, "la tendencia se está constatando, y a medida que avanza la situación, los datos son mucho más concluyentes". Entre otros aspectos, es muy previsible que continúe la "ralentización extraordinaria" registrada en la llegada de inmigrantes extranjeros en relación a los primeros años de esta década. Hasta ahora, añade, era algo "decisivo para la generación de empleo", pero ahora "no existe esa demanda" de puestos de trabajo. A esto se suma, además, la mejoría económica experimentada por países antes emisores de emigrantes.