Las autoescuelas también quieren su propio "plan renove" que les ayude a recuperar al 60% de los clientes que han perdido por culpa de la crisis económica. El sector negocia con la Generalitat la creación de una ayuda autonómica para los jóvenes que quieran obtener el permiso de conducir, según afirma el vicepresidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Alicante (APAA), José Carrión.

Las conversaciones se iniciaron hace unos meses, a través del Instituto Valenciano de la Juventud (Ivaj), pero entonces la falta de fondos disponibles impidió cerrar un acuerdo concreto. Ahora, los empresarios están pendientes de una nueva reunión con el objetivo de que las ayudas se incluyan en los próximos Presupuestos Generales del Ejecutivo valenciano, explica Carrión.

Las autoescuelas plantean dos posibilidades para la aplicación de estas ayudas. Una de ellas sería la concesión de créditos sin intereses, de forma similar al programa "Permiso por 1 euro al día" que en 2007 lanzó la Dirección General de Tráfico (DGT). Sin embargo, esta no sería la primera opción del sector ante el escaso éxito obtenido por la DGT con su iniciativa, que hasta el pasado 15 de diciembre, cuando se cerró la primera línea de crédito del programa, sólo había convencido a unos 14.000 jóvenes en todo el país. Los centros preferirían la concesión de ayudas directas a fondo perdido, como las que tienen los concesionarios o como las que ya aplican algunas autonomías. Sería el caso de Extremadura, donde la Junta concede 285 euros a los jóvenes en esta situación, eso sí con el compromiso de que no pierdan ningún punto en los dos primeros años. En cualquier caso, la última palabra la tiene la Generalitat, que sigue estudiando el asunto.

Se agudiza la caída

La situación del sector se ha ido agravando a medida que avanzaba la crisis económica. El pasado mes de abril, la jefatura provincial de Tráfico cifraba en un 40% el descenso en el número de matriculados para realizar los exámenes de conducir, pero en estos momentos el descenso ya alcanza el 60%, según APAA. "Más del 80% de nuestros alumnos son jóvenes de entre 18 y 22 años que no tienen ingresos propios. Dependen de sus padres y, si la economía familiar no marcha bien, es normal que retrasen el gasto", explica José Carrión. Además, los pocos alumnos que se siguen matriculando también intentan reducir el gasto y realizan menos prácticas que antes. "Se empeñan en ir a examen cuando aún no están suficientemente preparados y eso se están notando, está aumentando el porcentaje de suspensos", añade el vicepresidente de APAA.

Los inmigrantes, que en los últimos años se habían convertido en otra importante fuente de ingresos para estos negocios, también se encuentran entre los colectivos más afectados por la crisis, por lo que su presencia en las aulas de formación vial se ha reducido casi en mayor proporción que los jóvenes.

El precio final del carnet de conducir se sitúa entre los 900 y los 1.000 euros, según Carrión. Algunas autoescuelas están lanzando promociones muy agresivas para captar clientes y ofrecen la matrícula y la teórica por tan sólo 90 euros. No obstante, son las prácticas las que realmente encarecen el proceso. La media por cada clase ronda los 30 euros y, difícilmente, se necesitan menos de 20 sesiones.

A pesar de la caída del negocio, lo cierto es que todavía no se ha registrado un cierre masivo de centros -APAA tiene constancia de tres- aunque sí algunos despidos de profesores. "La mayoría de las autoescuelas de la provincia son negocios familiares y por eso hacen todo lo posible por aguantar el tirón. Aún así, si la situación no mejora, habrá una reestructuración", sostiene el portavoz de la asociación. En la actualidad, operan en toda la provincia de Alicante unas 380 autoescuelas.