Uno de cada cinco institutos de la provincia de Alicante ha instalado ya cámaras de videovigilancia en los pasillos, el 20% de los centros aproximadamente según los datos aportados desde la Conselleria de Educación que las considera "necesarias" cuando se trata de controlar los accesos a los centros de Secundaria y deja en manos de cada comunidad educativa la decisión de ubicarlas también en las "zonas comunes" como son los pasillos.

La polémica que ya surgió cuando se colocaron las primeras cámaras en los pasillos el curso 2005-06 por las dudas ante el posible conflicto entre la grabación en espacios públicos y el derecho a la intimidad, se ha puesto de nuevo de actualidad esta semana al resultar detenido por la Policía el escritor premio Alfaguara 2007, Luis Leante, por arrancar tres de estas cámaras en el Instituto El Pla donde imparte clase en Alicante. Leante ha declarado que no sabía que estaba siendo grabado hasta ese momento y que le dio tal ataque de rabia que las quitó sin pensar, pero la posterior denuncia de la directora del centro ante la desaparición de las cámaras desembocó en la detención del escritor, liberado a las 48 horas con el cargo de hurto por lo que está pendiente de juicio.

Lo sucedido ha reabierto el debate tanto sobre los sistemas de videovigilancia escolar como del proceso de elección de los directores. Parte de la comunidad educativa entiende que falta democracia en los centros y este caso ha dado alas a colectivos que, tras las movilizaciones contra EpC en inglés, habían relajado sus protestas. Pese a que la conselleria regula la videovigilancia obligando al respaldo unánime del consejo escolar de cada centro -extremo que se ha cumplido en el instituto de Leante- también admite que lo "deseable" es que exista el mayor nivel de información posible para cada uno de los usuarios del centro escolar donde se instale, y ahí es donde ha surgido el conflicto en el IES El Pla.

Otros centros como el Instituto Figueras Pacheco, entre los primeros que instalaron cámaras dentro, situó desde un principio carteles informativos en todas las puertas de entrada al edificio en los que se indica que hay "cámaras grabando" porque "conviene que lo sepamos todos en todo momento y además actúa como elemento disuasorio". Aseguran en el centro que el clima de convivencia ha mejorado por ello.

Grabando día y noche

Al parecer en el IES El Pla ha faltado información sobre el sistema de videovigilancia interno instalado esta misma semana, sin que profesores y alumnos en general supieran exactamente el momento en el que las cámaras empezaron a grabar. Por contra, la experiencia del IES Figueras Pacheco donde las cámaras permanecen encendidas día y noche en los pasillos, muestra que no siempre plantea conflictos, sino que los resuelve, como apunta el profesorado. Entre los casos que las cámaras han resuelto en este centro figuran la erradicación de robos en taquillas o el acceso al aula de Música con material sensible y de coste muy elevado, ambos achacables a gente externa al centro. Pero también han "descubierto" las cámaras comportamientos indebidos del alumnado como el vaciado de un extintor. "Sólo se visionan cuando surge algún problemas", aseguran en el IES.