Mi prioridad es recuperar las instituciones y ganar los comicios. En enero empieza la campaña electoral". Así de directo se pronunció anoche Roque Moreno, de 45 años, inmediatamente después de ser proclamado secretario general del PSPV-PSOE de la ciudad de Alicante con un 68,4% de los votos emitidos frente al 25,5% de los cosechados por la otra candidatura encabezada por el también concejal Manuel de Barros. La asamblea celebrada en el aulario II de la Universidad de Alicante contó con la participación de 609 militantes, de los que finalmente votaron 560, lo que supone en torno al 38% de los 1.577 afiliados de la formación. En cuanto a la nueva dirección "multicolor" pergeñada por Moreno bajo la tutela de la secretaria de Organización del PSPV, Elena Martín, destacan la ampliación de 24 a 38 miembros y la considerable recuperación de peso específico por parte del sector del ex senador Ángel Franco, que consigue nueve puestos de relieve, y entre ellos el de vicesecretario general para Miguel Ull.
De los 560 votos emitidos para la elección de la ejecutiva, Moreno recibió 383; De Barros, 143; 32 fueron en blanco y dos fueron nulos. Este resultado le otorga al también portavoz municipal un respaldo del 68,4%, 10 puntos menos del que consiguió en su primera elección, el 29 de julio de 2006, si bien en aquella ocasión no se presentó candidatura alternativa como la que ahora se ha gestado en el seno del propio grupo municipal. Pese a los roces dialécticos de los últimos días, Moreno y De Barros se fundieron en un abrazo tras la proclamación de los resultados poco antes de las 22 horas. Todos los presentes hicieron votos por evitar nuevos desencuentros en la delegación socialista en el Ayuntamiento. En la elección al comité provincial, los afines a Moreno, encabezados por Antonio Balibrea, recibieron 377 votos frente a los 138 de la lista que encabezaba Mari Ángeles Rochel. De esta forma, seis miembros de la primera lista se incorporan al órgano provincial y dos de la promovida por De Barros.
"Estabilidad" fue la palabra más utilizada por todos los integrantes de la nueva mayoría plural de la ejecutiva socialista, en la que Franco, Carmen Sánchez Brufal, Luis Briñas, Vicente Ronda, Manuel Bueno y hasta Blas Bernal han unido sus fuerzas para asegurar la continuidad de Moreno, que tiene a Gaspar Hernández como presidente. Superando viejas rencillas, han acatado las instrucciones emanadas desde la dirección nacional en Valencia para conformar "una nueva ejecutiva de encuentro y de unidad", según la definió Moreno. El secretario general arrancó la asamblea con la defensa de su informe de gestión, en el que destacó el respaldo de la ejecutiva saliente a la participación en el partido, al diálogo con los colectivos de la ciudad y a la modernización informática de la agrupación.
Carencias
También hizo autocrítica y reconoció las "carencias" en estos dos años y medio de gestión por conseguir unos resultados electorales por debajo de las expectativas en 2007. Este informe de gestión salió adelante por amplia mayoría. Recibió 28 abstenciones y 99 votos en contra, lo que se traduce en un rechazo de apenas el 16%. Hubo cinco intervenciones en contra, en las que se puso de relieve la crítica a "la multiplicidad" de cargos asumidos por Moreno, y a "la falta de peso de la agrupación local en los congresos provincial y nacional".
Más crítico aún fue De Barros en la defensa de su candidatura cuando destacó que la Casa del Pueblo del PSPV de Alicante "está cada vez más alejada del pueblo y de sus militantes" y cuando se preguntó en alusión a la otra lista: "estabilidad, ¿para qué? ¿Para seguir perdiendo elecciones?". "Hoy elegimos entre la esperanza y el miedo", señaló el concejal, que ya perdió hace 12 años en su anterior aspiración a la secretaría general.
Finalmente, y entre no pocas incomodidades por la falta de espacio, los socialistas eligieron que siga Moreno -vigilado muy de cerca por Franco-, que promete "ideas, principios, trabajo y honradez". Como vocales de la ejecutiva entran Manolo Bueno, Adriana Martín, Gloria Vara, Elvira Jiménez, María Dolores López y José Soriano.
