De ello hablará esta tarde en la Sede Universitaria de Alicante este profesor de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid, que imparte una conferencia sobre "Globalización, consumo y decrecimiento", invitado por la Plataforma contra la Pobreza y la Exclusión Social de Alicante.

El especialista recuerda que en la actualidad hay tres crisis: la financiera, la del cambio climático y la de los recursos energéticos "y la combinación de las tres es explosiva, pero no basta con resolver sólo la crisis financiera, que es la más sencilla, sino que hay que atajar las otras dos, que quedan solapadas por la primera". De hecho, Taibo considera que la primera víctima de la crisis financiera es el cambio climático que, al igual que los objetivos del milenio, han pasado directamente a un segundo plano de debate.

En su explicación de la situación actual, el especialista señala que "las regulaciones han desaparecido y la codicia de las instituciones financieras han acabado por determinar las reglas del juego. Era de cajón que esto iba a pasar antes o después" y, respecto a las soluciones propuestas de inyectar liquidez a las instituciones financieras, Taibo afirma que "sólo atienden a los intereses de los bancos, no a los trabajadores ni a los ciudadanos, por lo que mi conclusión es que los bancos volverán a las andadas dentro de unos años. Es llamativo que no se hable de encausar a ninguno de estos directivos financieros, sino que se pretende combatir estos abusos con la fuente principal del problema que es la lógica neoliberal".

En esta maraña político-financiera, el experto advierte que es necesario un cambio de mentalidad y una renovación sustancial del orden mundial y, entre otras medidas, propone el decrecimiento de los países desarrollados, puesto que el mercado no va a resolver los problemas del agotamiento de los recursos ni del cambio climático. "El crecimiento económico es un mito de nuestro tiempo que sólo nos invita a pensar en elementos saludables, cuando en realidad sólo trae elementos negativos y un modo de vida esclavo que dice que seremos más felices cuanto más consumamos", apunta.

A su juicio, con esta crisis, el movimiento anti-globalización sale "claramente fortalecido porque pronosticó literalmente lo que está ocurriendo" y confía plenamente en los movimientos sociales, que en los próximos años "van a vivir una edad de oro".