El Ministerio Fiscal ha solicitado una pena de un año y medio de prisión para un psiquiatra por no ordenar el ingreso en un centro especializado de una joven con repetidos brotes psicóticos a la que tras concederle el alta médica se suicidó. En su escrito de acusación, la Fiscalía ha fijado, además una indemnización para la familia de 90.000 euros, tanto para el acusado, a quien le imputa un delito de homicidio por imprudencia, como a la Conselleria de Sanidad como responsable civil subsidiaria.

Los hechos ocurrieron en 2004 cuando la joven, de 22 años ingresó en el Hospital de Elda con un brote psicótico y heridas incisas en los brazos. Al evaluar las lesiones fue traslada al Hospital Psiquiátrico de Santa Faz donde se dictó un informe que determinaba que la joven padecía "probablemente un trastorno esquizofrénico". Unos meses más tarde la paciente volvió a ingresar en el hospital eldense con un cuadro similar y los facultativos determinaron que "no estaba acudiendo a los controles ni tomaba el tratamiento prescrito". Según recoge el escrito de la Fiscalía, dos días después volvió a protagonizar un intento de suicidio "bebiendo una vaso de lejía diluida en agua". Fue entonces cuando el caso se derivó al acusado quien, tras entrevistarse con la joven le dio el alta "recogiendo en su informe que "estaba dispuesta a controlarse en un centro de salud mental a pesar de los tres intentos de suicidio" y "con conocimiento" de que la joven no acudía de forma voluntaria a la Unidad de Salud Mental.

El fiscal afirma que la joven presentaba "una clara situación de riesgo de atentar contra su vida pese a la cual se le dio el alta". Un día después de abandonar el centro se suicidó. La acusación particular pide para el acusado una pena de dos años de cárcel .