La próxima secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se defendió ayer de aquellos sectores que han subrayado que el líder del partido, Mariano Rajoy, tenga como número dos a una mujer divorciada y madre soltera a través de la fecundación "in vitro". En declaraciones a Antena 3, De Cospedal negó estar enfrentada a la Iglesia y reconoció que piensa "de cierta manera en algunos asuntos", pero que se trata más de "un punto de vista personal" que político.

En la misma línea, señaló que ella misma no ha hecho "publicidad expresa" de su estado civil porque es "madre soltera en la esfera privada". En este sentido, señaló que "no va a ser fácil" conciliar su nuevo cargo con su vida personal, pero se mostró confiada con que "es posible". "Nada es fácil en la vida", apuntó.

La presidenta del PP de Castilla-La Mancha fue la protagonista de los primeros compases del congreso y se convirtió en el objetivo prioritario de los periodistas. Fue una de las últimas dirigentes del partido en llegar a la Feria de Valencia, y tras bajarse del vehículo fue "asaltada" por los informadores. Al acceder al interior, los compromisarios que se estaban acreditando prorrumpieron en un aplauso.