A penas dos meses después de que un informe municipal rechazara incrementar el coste de las obras de la nueva planta de basuras, el Ayuntamiento modificó su posición y acordó un incremento de casi 2,4 millones de euros. Lo mismo sucedió con la petición de ampliar el plazo de ejecución de las obras, que tras rechazarse, se amplió más de tres meses y medio. Por si esto fuera poco, el Ayuntamiento estudia ahora un nuevo incremento del precio y otra prórroga para las obras.

El informe municipal señalado es del 19 de septiembre de 2006 y lo firma un alto cargo de la Concejalía de Servicios y Mantenimiento que dirige el edil Pablo Suárez. En el mismo se afirma que las empresas que ejecutan la obra, Intersa Levante y Obrum, «posiblemente como medida de presión, o porque no son capaces de terminar la obra en el plazo previsto, o por una mezcla de ambos razonamientos, o por cualquier otro, realizan una serie de escritos que siempre se resumen en lo mismo: pedir aumento de plazo, pedir un modificado y pedir dentro de ese modificado un importante incremento del precio». El técnico que redacta el informe subraya que «no hay razones, al menos de momento, que aconsejen prolongar el plazo y no procede aumento de presupuesto». No obstante, acto seguido añade que «en este momentos se presenta una serie de precios contradictorios», a lo que también responde que «ello no implica necesariamente un incremento del precio del proyecto». Además, el propio concejal, en declaraciones publicadas por este periódico en septiembre también rechazaba aumentar los costes y dar prórrogas.

Pese a todo esto, dos meses y medio después, la Junta de Gobierno del 4 de diciembre, a propuesta del mismo Pablo Suárez, da la razón a la mercantil y acepta aumentar el precio 2,37 millones de euros y prolonga las obras del 11 de diciembre al 31 de marzo.

Pero esto no es todo, ya que, tal como informó el viernes este periódico, las mercantiles han pedido otro incremento de 1,5 millones de euros y una nueva prórroga.

La edil del PSOE Teresa de Nova denuncia «las numerosas irregularidades en este proyecto, con informes contradictorios y prórrogas de una obra que tendría que estar terminada hace mucho tiempo» y recalca que «vamos a estar vigilantes, independientemente de la auditoría que se va a realizar», al ser una obra costeada por la UE, y que está prevista el próximo jueves.