Banyeres recuerda a los festeros difuntos

La localidad culmina sus Moros y Cristianos con uno de sus momentos más característicos, junto con otros actos singulares como los traslados de los Sants Jordiets

Banyeres ha rendido homenaje este jueves a sus festeros difuntos con uno de los actos más representativos y a la vez emotivos de sus Moros y Cristianos, y que también entraña una gran singularidad al no celebrarse en ninguna otra localidad de su entorno. Se trata de los disparos de salvas que se llevan a cabo en el cementerio a primera hora del cuarto y último día de las Fiestas. La cita cuenta siempre con una gran participación, por toda la carga simbólica que lleva, y esta vez no ha sido una excepción.

El alcalde de Banyeres, Josep Sempere, destaca que "este es el acto más emotivo de las Fiestas", puesto que supone dar "un recuerdo a la gente que ya no está". Los festeros se concentran primero en la finca El Morer, primer lugar de la localidad donde descansó la Reliquia de San Jorge en 1780, entonces fuera de la población y ahora en pleno casco urbano, y a partir de allí se dirigen hacia el camposanto, haciendo ya sonar sus arcabuces. Una vez allí, cada filà va disparando salvas en honor a los miembros fallecidos.

No obstante, mayor emoción si cabe tiene lo que sucede más tarde. Tras la celebración de una misa de campaña en el propio cementerio, es habitual que cada festero se acerque a disparar junto a las sepulturas de sus seres queridos. Los "trons", rompiendo de esta forma el silencio característico de un espacio de recogimiento como es un camposanto, dan una gran solemnidad al recuerdo a los que se fueron.

En este cuarto y último día de las Fiestas se proclaman también los capitanes para el próximo año. Por el momento solo tres filaes contarán con este cargo en 2025: Moros Vells, Moros Nous y Pirates. La arcabucería está presente en este otro acto, hasta dar pie al siguiente, el del Despojo, que simboliza la conversión de un moro al cristianismo, y que ha sido realizado este jueves por la embajadora del bando de la media luna.

Por la tarde se han alzado los nuevos capitanes, y en honor a ellos se ha realizado una Ballada de Banderes. Y después ha tenido lugar otro de los actos singulares que caracterizan a las Fiestas de Banyeres: el traslado de los Sants Jordiets, las imágenes del patrón que durante todo el año son custodiadas por los capitanes. Esto hace que varios pasacalles coincidan al mismo tiempo en la población, y en ocasiones en una misma calle, lo que permite que el ambiente de fiesta se extienda hasta el último rincón. Las celebraciones culminan a medianoche de este día 25 de abril con una cordà, y a partir de este viernes comenzará el Octavario a San Jorge que sigue a los Moros y Cristianos.