La Feria de San Isidro de Castalla abrió ayer sus puertas con más de 250 expositores y un intenso programa de actividades y espectáculos para todos los gustos y edades.

El certamen alcanza su vigesimosexta edición con 70.000 metros cuadrados de superficie y una amplia oferta comercial y gastronómica. Exposiciones, un espacio ecuestre, una zona de conciertos, otra recreativa con actividades para los más pequeños, un área lúdico-recreativa para los jóvenes, exhibiciones de oficios artesanos, el mercado medieval y la zona tecnología, en la que participa el Campus de Alcoy de la Universitat Politècnica de València (UPV), consolida una feria cuyos orígenes son fruto de la iniciativa del sector de la automoción, el cual también cuenta con un espacio destacado.

La apertura tuvo lugar ayer por la tarde, aunque la inauguración oficial será hoy a las 12 horas. La localidad espera recibir a miles de visitantes durante este fin de semana. «Cada año se ve más afluencia de gente», de lo cual «nos sentimos muy orgullosos», ha indicado la edil Isa Verdú.