La Policía Nacional Policía Nacionalha dado un duro golpe a las redes dedicadas al robo masivo de ropa usada de los contenedores solidarios para revenderla luego en mercadillos locales y, sobre todo, para exportarla a Marruecos y otros países africanos. La operación, centrada en Muro y l'Alqueria d'Asnar, dado que allí es donde habían habilitado cuatro naves industriales, se ha saldado con 13 detenidos y más de 300 toneladas de ropa confiscada. Los principales responsables de la red podrían haber vaciado hasta 400 contenedores de toda la Comunidad Valenciana a lo largo de los últimos meses.

La investigación comenzó tras el robo de uno de los contenedores en Massamagrell, por lo que ha sido el Juzgado de Instrucción número 1 de ese municipio de l'Horta quien ha supervisado el caso.

La fase final de esta investigación, iniciada por el grupo de Robos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Jefatura Superior de Policía de València hace más de un año, ha sido desarrollada en Muro y l'Alqueria d'Asnar entre el miércoles y ayer, jueves, y en ella participaron agentes de Policía Judicial de la Comisaría de Alcoy, del grupo II de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificación (Ucrif) de Alicante y de la sede alicantina de la Policía Autonómica.

Estos últimos imputan a los cabecillas dos delitos contra los trabajadores ya que dos de sus empleados, sorprendidos en ese momento en el interior de una de las naves registradas, ni siquiera tenían contrato. Además, los especialistas de la Ucrif de Alicante detuvieron a dos de los investigados porque se encontraban en territorio español de forma irregular.

Los 13 detenidos son de nacionalidad marroquí. Se trata de 12 hombres y una mujer, ésta última, una de las empleadas en situación irregular, por lo que quedó libre tras prestar declaración ante la Policía.

Según las investigaciones dirigidas por el citado juzgado, la red había montado, al parecer, un sistema de robos que les permitía vaciar ilegalmente decenas de contenedores sin levantar sospechas en un solo día.

Para ello, se valían de una furgoneta con la que recorrían la Comunidad Valenciana de sur a norte, parando en los lugares donde tenían localizados los contenedores. En apenas unos minutos, vaciaban la ropa y los zapatos en la furgoneta y proseguían el trayecto diseñado por los presuntos responsables de la trama. Al parecer, contaban con llaves maestras que les permitían agilizar los robos y, además, se vestían con chalecos reflectantes para aparentar que eran de la oenegé propietaria de los contenedores.

Al concluir la jornada, regresaban a alguna de las naves de Muro y descargaban el material. Uno de esos almacenes disponía de un completo equipo para seleccionar la ropa, clasificarla según su calidad y conservación, dejarla lista para la reventa y empaquetarla. El resto se desechaba.

De las investigaciones realizadas hasta ahora se desprende que la mayor parte de la ropa robada y reutilizada era vendida o bien a distribuidores que luego la ponían en venta en mercadillos de la Comunidad Valenciana y de otros puntos de España, o bien exportada a Marruecos. La mayor parte de lo que sustraían acababa en el norte de África donde, una vez seleccionadas las prendas y el calzado que más les interesaba, colocaban esta mercancía en mercados marroquíes, mientras que el resto lo reexpedían a Senegal y a otros países del entorno.