El tiempo desapacible registrado durante este puente del 1 de mayo ha dejado la ocupación de los alojamientos rurales del interior de la provincia de Alicante en el 50%. La bajada de las temperaturas, el viento y los episodios de lluvia han provocado la cancelación de un número notable de reservas a última hora, frustrando unos resultados que podrían haber sido mejores. Los clientes, por otro lado, proceden en su mayor parte de la Comunidad Valenciana, toda vez que los madrileños se han decantado mayoritariamente por la costa.
El turismo rural del interior de la provincia está a punto de cerrar un puente que desde el mismo sector han calificado de «raro». Según ha explicado la vicepresidenta de la Asociación Alicante Turismo Interior, Indira Amaya, las malas previsiones meteorológicas, que efectivamente después se han traducido en un descenso de los termómetros, viento y episodios esporádicos de lluvia, han repercutido de manera negativa en la ocupación de los alojamientos.
«Ha habido -lamenta- mucha cancelación de última hora, y también alguna que otra reserva que se ha formalizado en el último instante tras ver que el mal tiempo no era tan acusado. La conclusión es que nos hemos quedado alrededor del 50% en las noches del viernes, sábado, domingo y lunes».
En cuanto a la procedencia, Amaya resalta que la mayor parte de los clientes provienen de la propia Comunidad Valenciana, dado que los clientes potenciales a nivel nacional, como son los madrileños, que alargan el puente hasta el día dos, se han detacantado mayoritariamente por los destinos de costa.
La representante de la asociación enfatiza, por otro lado, que los clientes que están acudiendo a los destinos de interior cada vez demandan más actividades relacionadas con la práctica deportiva, el contacto con la naturaleza o la gastronomía. Propuestas como la bicicleta, el senderismo o la gastronomía están teniendo éxito. «La ruta de las microviñas, en la zona de El Comtat, por poner un ejemplo, está contando con gran aceptación», indica.
Pese a que la ocupación no ha sido la esperada, Amaya destaca que «en el cómputo global cada vez vamos teniendo mejores números. Hasta hace bien poco los resultados eran peores».
