Este está siendo un año negro para el cultivo de la almendra en la provincia. Las pérdidas que se van a registrar como consecuencia de las heladas se suman a las que ya estaba sufriendo el sector por el arranque de arbolado por la plaga de la Xylella.

Tal y como ha venido informando este diario, se calcula que más de 35.000 almendros, uno de cada cuatro de la provincia, van a ser arrancados por culpa de esta plaga, básicamente en la Marina Alta, la Marina Baixa y El Comtat, que es donde se han localizado los focos. Este plan de erradicación reducirá la cosecha en 140 tonaledas, lo que supone unas pérdidas de un millón de euros.

Los agricultores han mostrado su malestar con el plan diseñado por la Conselleria, sobre todo porque obliga a arrancar los árboles en un perímetro de cien metros a la redonda de la parcela afectada. También se quejan por las indemnizaciones, que consideran totalmente insuficientes.