El Ayuntamiento de Alcoy tendrá que bloquear 1,5 millones de euros de los presupuestos de 2018 al incumplir la regla de gasto marcada por el Gobierno Central. El ejecutivo local plantea retener dicha cuantía de las partidas de personal, en las cuales, según ha asegurado la concejal de Hacienda, Vanessa Moltó, siempre se genera un ahorro de entorno a dos millones de euros. El objetivo de la propuesta es evitar reducir las inversiones previstas para este año y no aplicar recortes en los servicios.

Vanessa Moltó y el alcalde, Antonio Francés, dieron a conocer ayer la liquidación de los presupuesto de 2017, cuyo balance «es positivo». La edil explicó que «el ejercicio pone de manifiesto en qué medida los recursos presupuestarios han sido suficientes para financiar los gastos, al encontrarnos con un resultado positivo de más de dos millones».

En este sentido, Moltó aseguró que estos datos son la consecuencia de «mantener un cumplimiento general de las previsiones tanto de gastos como de ingresos corrientes de entorno al 90%». En concreto, del apartado de ingresos en el que se encuentran contabilizadas las tasas e impuestos «hablamos del 93%, a lo que cabe sumar el mantenimiento de la recaudación del 90%». En el caso de los gastos, sin las inversiones se ha cumplido la previsión en un 87%, y contándolas la cifra se sitúa en un 73%.

Por otro lado, la responsable de Hacienda también insistió en que «hemos cumplido con el objetivo de estabilidad presupuestaria computado en términos de capacidad financiera», obteniendo un resultado positivo de más de un millón de euros de la diferencia de ingresos liquidados en el presupuesto corriente y obligaciones.

En la presentación de la liquidación de las cuentas, tanto el alcalde como la concejal, recordaron que en el último trimestre de 2017 el Ayuntamiento pagó a sus proveedores a cinco días, una cifra inferior a la del ejercicio anterior que se situaba entre 14 y 20 días.

Después de que en 2016 el remanente de tesorería resultase negativo, el gobierno municipal ha logrado que en 2017 remonte, obteniendo un superávit de 38.288 euros. En este sentido, Vanessa Moltó recordó que las cifras de 2016 fueron la consecuencia de «los cambios en la normativa en torno a los fraccionamientos que nos obligaba a contabilizar determinados ingresos producidos durante años», a la sentencia de Ortiz y a los 3,5 millones que «tuvimos que destinar a los bancos».

En cualquier caso, y a pesar de los buenos resultados, «el señor Montoro nos dice que hemos gastado demasiado, y que hemos incumplido la regla de gasto en 1,5 millones». La consecuencia de esta normativa «injusta para los ayuntamientos», según explicó Moltó, es que el Consistorio tendrá que bloquear dicha cuantía de los presupuestos de 2018 y «lo haremos de las partidas de personal, donde siempre se genera un ahorro de entorno a dos millones de euros». Con todo, la modificación de crédito deberá ser respaldada en el próximo pleno municipal.

El balance del gobierno local es que «tenemos una situación presupuestaria excepcional», pero la regla de gasto « nos ahoga y no nos permite hacer todo lo que querríamos».