La corrupción, los paraísos fiscales, Puigdemont y la desigualdad entre mujeres y hombres centraron las críticas de la Festa dels Nanos del barrio del Raval de Cocentaina. Los tradicionales muñecos de trapo no dejaron títere con cabeza en esta celebración que tiene en las vecinas de la zona a sus principales impulsoras.

Las mujeres de este barrio del casco antiguo son en realidad el alma de la fiesta, ya que desde hace más de 30 años se encargan tanto de la organización como de la confección de los Nanos. «Estamos todo el año trabajando, esto lleva más faena de lo que parece», explicó Amparo Damià, una de las veteranas.

A primera hora de la mañana asistieron, tal y como es habitual, todos los centros educativos de la población para degustar el desayuno popular a base de chocolate, churros y buñuelos. La alcaldesa, Mireia Estepa, se unió al grupo de mujeres en el reparto, elogiando el papel de las vecinas y asegurando que «tomaremos nota de las críticas constructivas».

Cada año más, los alumnos participan en esta tradición, realizando demostraciones de danzas populares, Muixaranga y «Balls de Bastons».

«Pipes hem toca menjar, després de tota una vida cotitzant, ja que amb 600? no tinc ni per a menjar». De esta forma hacía alusión uno de los muñecos al tema de las pensiones.

En el ámbito local, la limpieza de las calles, la accesibilidad, la situación de la Policía Local y, como es habitual, la unificación del colegio San Juan Bosco, centraron las críticas.